Historia del algodón

El uso del algodón se remonta a tiempos antiquísimos.

Los egipcios de los tiempos de Herodoto empleaban ya el algodón para la fabricación de sus tejidos: la Biblia y los libros santos hablan de tejidos fabricados con esta misma materia; referencias de Teofrasto, Estrabón y Plinio prueban también que en su tiempo ya se encontraba muy extendida la fabricación de tejidos de algodón en algunas comarcas.

En Grecia y en Italia se conoció el uso del algodón a principios de la Era cristiana, sin que, al parecer, se aclimatase en estas naciones el cultivo del algodonero; las primeras tentativas para este objeto se hicieron en España, en las cercanías de Sevilla, hacia el siglo ii, extendiéndose después mucho este cultivo en la península durante la dominación sarracena, de tal modo, que del siglo x al xiv los algodones de Granada sobrepujaron en fama a los de Oriente.

Por esta época se establecieron en Venecia y Milán las primeras fábricas donde se trabajó el algodón, y hasta el siglo xvi no apareció esta industria en Inglaterra y Flandes.

La primera aplicación del algodón en Francia se hizo en Ruan en 1534; en Lyon en 1580 y en Troyes en 1582; pero cuando la importación del algodón en Francia tomó cuerpo y fijeza, fue en tiempo de Colbert, ministro de Luis XIV; al cabo de 100 años ya entraban en Francia más de 30 clases de algodones procedentes de las escalas de Levante a Marsella, y un poco extrafino de las Antillas.

En Inglaterra los primeros ensayos en la fabricación de tejidos de algodón fueron, según parece, un poco anteriores a los efectuados en Francia; pero el desarrollo industrial del trabajo de esta materia es próximamente de la misma época.

En América el descubrimiento del algodonero data de las primeras expediciones de los viajeros españoles. Hernán Cortés lo encontró en Méjico, y los primeros exploradores que llegaron a Meschacebé (Mississippí) lo encontraron en gran abundancia.

En 1736 el algodonero se cultivaba en América como planta de jardín, hasta los 39° de latitud norte; 40 años mas tarde fue introducido en el Maryland y desde entonces la producción y exportación del algodón de la América del Norte, ha adquirido un desarrollo siempre creciente.

Por último, desde fines del siglo xviii, después de las grandes invenciones de Hargreabes, Arkwright, Cromton y Kartwright, el comercio y la fabricación del algodón han adquirido una extensión verdaderamente extraordinaria.

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