Historia de las armaduras

Si la invención del escudo precedió a cualquier otra parte del armamento defensivo, es punto acerca del cual nada puede decirse.

Es de tener en cuenta que los egipcios apenas usaron casco ni coraza, fuera de los Faraones y los jefes del ejército: pero los simples soldados llevaban, por toda arma defensiva, escudos que sólo podían protegerles medio cuerpo y que tenían en su parte superior un agujero para ver al enemigo.

El traje de guerra del Faraón ya es más completo, si bien cuando vestían el traje defensivo no llevaban escudo: componíase dicho traje del casco y de un camisote de escamas metálicas cosidas a una tela que cubría hasta más abajo de las rodillas. También usaron coraza, como lo prueba un ejemplar de piel de cocodrilo, que se conserva en el Museo Británico.

Los asirios usaron el escudo redondo o rodela, que por su tamaño sólo era propio para defender el pecho, casco metálico de cimera, cota de malla algunas veces y espinilleras. El armamento de los persas fue igual al de los asirios.

La armadura griega era del mismo género que la asiria, aunque más perfeccionada y completa, a la vez que mejor embellecida por el arte: componíase de casco, coraza, ocreas, y escudo.

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