Hidrato antimonioso y antimonito

1° Hidrato antimonioso.

Combinación del óxido antimonioso con el agua. Teóricamente existen dos hidratos antimoniosos; un hidrato normal, correspondiente a la fórmula H3SbO3, y un monohidrato o metahidrato, de la fórmula HSbO2. Pero el primero no ha podido aislarse hasta el presente, y sólo se conoce el segundo.

Se obtiene este cuerpo añadiendo tricloruro de antimonio a una disolución fría de carbonato de sosa. Se disuelve en los álcalis formando antimonitos poco estables, que se descomponen por ebullición o por evaporación, produciendo anhídrido prismático.

El hidrato antimonioso, aun cuando combinado con los álcalis forma antimonios, tiene más marcados los caracteres de base y forma, combinándose con los ácidos, las sales de antimonio.

2° Antimonito.

Combinación del hidrato antimonioso con un álcali. El más importante es el antimonito sódico que puede ser ácido o neutro.

El antimonito sódico ácido cristaliza en octaedros derivados de prismas de base cuadrada, muy poco solubles en el agua; se altera por el sulfuro amónico, adquiriendo color anaranjado.

El antimonito sódico neutro cristaliza en el mismo sistema que el anterior; es también muy poco soluble en el agua, sobre todo en frío; esta disolución se tiñe de amarillo por el hidrógeno sulfurado, pero no precipita; el sulfuro amónico no le colora; con el nitrato de plata precipita en blanco; con las sales férricas, en blanco amarillento; con las sales de cobre, en blanco azulado, con las sales de plomo y de mercurio, precipitado blanco; siendo todos estos precipitados solubles en el ácido nítrico.

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