Galeno y la anatomía

Galeno, nacido en Pérgamo, en el año 181 de J. C., discípulo de Satirus y de Stratónicus, formado en la escuela de Alejandría, médico de Marco Aurelio y de sus hijos Sexto y Cómodo, forma la cúspide de la Medicina griega y supere en Anatomía a todos sus predecesores.

Su obra “De usu partium” es admirable aun en nuestros tiempos.

Galeno, sin embargo, no disecó cadáveres humanos; hacía sus disecciones en animales y principalmente en los monos. Tal vez, por excepción, pudo abrir el cadáver de algún cuño abandonado por la barbarie de sus padres, o de algún asesinado en los campos, o ejecutado en la cruz.

Su Tratado clásico de los huesos, sus nueve libros de Administraciones anatómicas, donde explica la manera de proceder en las disecciones, dando también la descripción de todos los órganos; su Tratado de la disección de los músculos (en el mono); los de la disección de las arterias, de las venas y de los nervios, y sobre todo su obra maestra ya citada, son elocuentes testimonies de los vastos conocimientos anatómicos de este médico, tan notable por la precisión de sus investigaciones, como caprichoso y soñador en sus interpretaciones teóricas.

Y en mérito es tanto mayor cuanto que tan escasos eran sus medios de estudio, que él mismo se precia como de una rara fortuna de haber podido examinar a su gusto huesos humanos arrastrados por el desbordamiento de un río que destruyó un sepulcro reciente, y los de un cadáver expuesto a las aves carniceras que lo devoraron en dos días.

Como prueba de lo inaccesible de la organización humana a los médicos durante el florecimiento romano, merece citarse la imagen de mármol que representa las vísceras abdominales y torácicas colocadas en sus cavidades naturales, encontrada en las excavaciones de Roma hace más de un siglo, entre las vías Labicana y Prienestina, en una quinta de Antonio Musa, médico de Augusto.

Las vísceras representadas en esta escultura, aunque colocados en un tórax y en un abdomen humanos, no son las del hombre, sino las del mono; y el corazón, dirigido verticalmente, situado en la línea media del tórax y tocando apenas el diafragma, es exactamente el corazón descrito por Galeno.

Galeno es el más notable de los médicos greco-romanos y también el último. Después de Galeno la Anatomía entra en un período de lastimosa decadencia que dura trece siglos.

Volver a ANATOMÍA – Inicio