La fabricación de alfileres, en otro tiempo muy complicada, ha sido extraordinariamente sirnplificada por los progresos de la industria, y hoy día se practica en las fábricas más adelantadas de la manera siguiente:

Utilizase como primera materia alambre de latón, que es necesario calibrar perfectamente.

Para ello, se utilizan dos devanaderas tronco-cónicas, montadas verticalmente sobre una mesa y dotadas de un movimiento de rotación, por medio de un engranaje en ángulo recto. Estas devanaderas giran con una velocidad de cincuenta vueltas por minuto.

Se arrolla el hilo previamente a una de las devanaderas y puesta esta en movimiento, el alambre se desarrolla y va a arrollarse en la otra, pasando antes por una hilera de calibre determinado. Esta hilera se compone de una barra rectangular de acero, redondeada en su parte superior y que presenta por el lado opuesto un orificio, que permite tallar en el espesor del metal agujeros del calibre que se desee.

En este repaso del alambre por la hilera suele aumentar su longitud un tercio de la primitiva.

Preparado el alambre, se necesita, para que el alfiler quede terminado, efectuar seis operaciones a saber:

1° Cortar el alambre de latón en trozos de la longitud que se desee.
2° Sacar punta a cada uno de estos trozos.
3° Retorcer el alambre para hacer las cabezas.
4° Cortar las cabezas.
5° Recocerlas.
6° Colocarlas.

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