Fabricación de acero por la fusión de hierro colado y dulce

El tercer método de fabricación del acero es por la fusión del hierro colado con hierro dulce.

David Simpson Price, Edward Chanwere Nickolson, Gentle Brown, Charles Atwood, Paal, Parry y otros han practicado numerosos ensayos para obtener acero fundiendo hierro dulce con hierro colado; pues se comprende que siendo el acero un carburo de hierro con menos carbón que el hierro colado y más que el hierro dulce, de la fusión de estos dos metales en proporciones adecuadas debe resultar el acero.

Primitivamente no se fundía por completo la masa, de suerte que el metal no resultaba homogéneo; hoy día por medio de la fusión completa se preparan lingotes de acero perfectamente homogéneos: el procedimiento de fusión completa del acero es debido a Benjamín Huntsman.

La fusión del acero se efectúa en crisoles o en hornos de reverbero; los hornos se calientan con coke, con hulla o con gas; los crisoles tienen 20 centímetros de diámetro en su boca y de a 50 a 60 centímetros de altura, pudiendo contener de 20 a 40 kilogramos de acero. La masa fundida se vierte en lingoteras untadas de aceite o ennegrecidas con llama de alquitrán. Se mejora la calidad del acero obtenido, añadiendo a la masa en fusión de los crisoles ciertas materias.

En el Loira fabrican un acero muy apreciado para las limas e instrumentos cortantes, poniendo en los crisoles de uno a tres por ciento de tungsteno reducido. El acero obtenido de este modo, se denomina acero fundido y es muy duro, muy fino, de estructura muy homogénea y de precio relativamente elevado; se emplea mucho para instrumentos delicados de cuchillería y bisutería.

El acero fundido se puede moldear y pulimentar para objetos de bisutería, quincalla, arte decorativo, ornamentación, etc. El acero fundido, a causa de su tenacidad y elasticidad, se aprecia mucho para los aparatos de cruce y cambio de vías, para los ejes y ruedas de las locomotoras, para los árboles de máquinas marinas, para piezas de artillería y para la fabricación de campanas. Las más célebres fundiciones de acero son: las de Krupp, en Essen (Westfalia) y las de Sheffield en Inglaterra.

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