El arado que exige menor fuerza de tiro, ocasionando menos fatiga al hombre y al lomo animal, es el de antetrén de ruedas elevadas, cuyo rayo se aproxima más a la altura de la espalda del animal, y después el arado sin antetrén.

Los arados con antetrén de ruedas bajas necesitan mayor tiro y fatigan más a la yunta, aun cuando sean más cómodos para el labrador.

La vertedera debe tener una separación igual a la anchura de la reja, la que debe ser igual a la anchura que se quiere dar al surco, y marchar en una dirección paralela a su eje, nunca en una dirección oblicua.

La vertedera helizoidal exige poca más fuerza de tiro que la vertedera paraleloide, pero voltea completamente la tierra, que la última no hace más que separar lateralmente. La diferencia de fuerzas es de poca consideración.

La cuchilla debe venir a parar a la punta de la reja; su acortamiento o supresión no hace más que aumentar las resistencias, sin dispensarse en los cálculos de considerarla como existente en toda su integridad.

La dirección de la cuchilla debe ser paralela al eje de la reja y nunca oblicua.

El empleo del regulador en los arados sin antetrén y la posición de la cama sobre el antetrén, deben tener por objeto mantener la dirección del arado en la línea del eje de la reja y disminuir el tiro aproximando su línea directriz al centro de resistencia.

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