Estudios sobre la composición del agua

Desde el año 1781 en que el físico inglés Cavendish halló que la combustión del hidrogeno produce agua y demostró que ésta se hallaba, por tanto, formada de aire vital (oxígeno) unido al aire inflamable (hidrógeno), las ideas acerca de su composición se pusieron en claro.

Watt, obedeciendo a las ideas que predominaban en aquellos tiempos, dice estar formada el agua de hidrógeno y flogisto.

Monge, por aquella época, dice que el agua resulta tanto menos ácida cuanto el oxígeno sea mas puro.

Lavoisier pone de manifiesto que la sustancia térrea que queda de residuo en la evaporación del agua, es independiente de la composición de ésta y lo consiguió demostrar por el siguiente experimento. En un matraz de vidrio con su refrigerante y recipiente, soldados a la lámpara, después de introducir el líquido, le aplicó fuego y el agua que se evaporaba se condensó y quedó en el recipiente sin perderse la más pequeña cantidad; después de la destilación recogió el líquido, le evaporó y pesó el residuo, pero al mismo tiempo pesó el aparato de vidrio y vio que éste habla sufrido de pérdida la misma cantidad que el residuo que había dejado el agua, lo cual explicaba que procedía del vidrio en que se hacía la operación.

Scheele demostró a su vez que la composición del residuo es la de la vasija que ha servido para que la evaporación tenga lugar.

En 1789 Lavoisier y Meunier prepararon por síntesis una gran cantidad de agua haciendo detonar en un matraz una mezcla de oxígeno e hidrógeno, para lo cual el hidrógeno y el oxígeno estaban contenidos en dos gasómetros y por medio de dos tubos comunicaban con el matraz y se hacia saltar la chispa eléctrica entre la bola y la extremidad metálica que dejaba escapar el hidrógeno por una pequeña abertura. En un experimento el agua producida fue de cinco onzas, cuatro dracmas y once granos. Era ligeramente ácida, a causa de la presencia del nitrógeno del aire que por la chispa eléctrica se combinaba con el oxigeno formando ácido nítrico.

Antes de esta síntesis, ya habían operado el análisis del agua calentando este líquido en una pequeña retorta y conduciendo los vapores a un tubo de porcelana que contenía torneaduras de cobre y colocado en un horno. El hierro descompone el agua, el oxígeno se combina con él y el hidrógeno se recoge bajo una campana en la enea hidroneumática. El aumento de peso del hierro dará la cantidad de oxígeno que contenía el agua descompuesta y el hidrógeno se mide en la campana en que se ha recogido.

En su ensayo descompusieron 5,32 gramos, pero por los datos obtenidos si bien se podía afirmar los cuerpos que la formaban, no así las verdaderas proporciones, y la prueba es que Lavoisier con Meunier creía que en 100 partes de agua había 85 de oxígeno y 15 de hidrógeno.

La demostración práctica de la constitución química del agua se verifica:

1° Inflamando en un tubo afilado el hidrógeno y colocando sobre la llama una campana que condense el producto de la combustión y se ve que este producto es agua. Para esto, el hidrógeno que se obtiene en un frasco de dos bocas y se deseca en un tubo con cloruro de calcio.

2° En una campana llena de mercurio se introducen unas gotas de agua y se hace llegar un trozo de potasio; éste se combina en el oxígeno y queda sólo el hidrógeno en la campana.

3° Descomponiendo el agua por el calor en presencia del hierro, según el experimento de Lavoisier.

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