Empaquetado de los alfileres

Los alfileres se venden ordinariamente clavados en papeles y el darles esta disposición, es una de las operaciones más interesantes.

Antes exigía tres operaciones distintas:
1° Plegado del papel, haciéndole tantos pares de dobleces como filas de alfileres hubiera de llevar.
2° Agujereado del papel, por el sitio donde se hubieren hecho los pliegues, con un peine de dientes muy afilados.
3° Colocación de los alfileres.

Hoy día, todo este trabajo se hace también a máquina de una manera tan rápida como ingeniosa; para ello se emplean unas máquinas de pequeñas dimensiones y fijas en baterías sobre una mesa.

Una obrera las pone en movimiento fácilmente por medio de un pedal: cada una de estas máquinas, lleva en su parte superior una especie de embudo que hace de tolva y sirve para recibir los alfileres que caen por su extremidad superior y pasan entre las barras de una parrilla inclinada a 45° y compuesta de láminas de acero separadas entre sí por bandas de cobre.

Los alfileres caen sobre esta parrilla con la punta hacia abajo, formando series paralelas de filas en número igual al de los intervalos de las barras. En la parte inferior de la parrilla, se encuentran dos ranuras que sirven para el taladro del papel. Este se coloca sobre una placa que presenta una fuerte convexidad hacia el suelo, y que va provista de dos aristas cortantes que vienen a apoyarse sobre las ranuras indicadas.

Cargada de alfileres la parrilla, la obrera encargada del trabajo, pone en movimiento el pedal motriz de la máquina de prender los alfileres. Este pedal hace descender un cuchillo que encuentra los alfileres y los hace pasar por el espacio que queda entre la parrilla y la placa curva. Al mismo tiempo esta placa se eleva y presenta el papel perpendicular a la aguja, que se fija entre los dos taladros. Dejando subir el pedal, el cuchillo se eleva y la placa curva desciende; el papel se retira y la obrera no tiene más que hacerle avanzar sobre la placa, para volver a repetir la operación en otro sitio.

Para mayor regularidad de la operación se marcan con divisiones hechas al lado de la placa curva, los espacios que deben existir entre las filas de alfileres. Cada una de estas filas consta generalmente de 40 alfileres y suelen disponerse doce filas por hoja. En medio de éstas se deja un espacio vacío destinado a la marca y a dar más facilidad al plegado.

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