El voltámetro como origen del acumulador eléctrico

Hemos dicho que los acumuladores eléctricos son verdaderas pilas hidroeléctricas; pero difieren de éstas totalmente por su origen, como veremos muy en breve.

Imaginemos una pila hidroeléctrica o una máquina Gramme o cualquier aparato capaz de engendrar una corriente eléctrica: en suma, y prescindiendo del procedimiento generador, imaginemos una masa de éter por un hilo metálico.

Una corriente eléctrica que circula por un alambre, es, o puede considerarse en forma de simbolismo, como una masa de agua que corre por un lecho o por una cañería: es un río de éter fluyendo por un cauce metálico y lleva en sí, como toda masa en movimiento, fuerza viva, energía, potencia utilizable.

Cualquier corriente líquida en su curso, ya en los saltos que encuentra, ya por su propia velocidad, puede efectuar muchos y variados trabajos industriales y otros muchos de diversa índole; pues lo mismo puede decirse de toda corriente eléctrica. La primera, si encuentra un repentino desnivel, cae también de repente y golpea y quebranta y disgrega el fondo de la catarata y lo va socavando aun siendo de durísima roca, que pronto se convierte en lajas, en piedras sueltas y en arenas. La segunda va tranquila, digámoslo así, por su férreo cauce; pero de pronto se interrumpe éste, el alambre penetra en el líquido acidulado de un vaso y ya no sigue, y más allá del mismo vaso sale otra vez el conductor metálico continuando su camino sin nuevas interrupciones.

Pues esto es lo que puede llamarse, como en el primer ejemplo, un desnivel, un salto, una caída en el cauce metálico y a través del agua del baño: viene en efecto el éter por el alambre, de pronto queda cortado su camino, y entonces salta por el agua, busca otra vez el hilo de hierro, que es como buscar su primitivo cauce, y por él sigue adelante como seguía el río después de llegar al fondo de la catarata.

Ahora bien; estos vasos con agua acidulada en que penetran los dos extremos de un conductor, o si se quiere en que la falta de continuidad de un hilo metálico es sustituida en parte por una masa de líquido, de suerte que la electricidad tiene que abandonar el alambre, saltar por el agua acidulada y volver a tomar el otro extremo del conductor, es lo que se llama en términos generales y lo que Faraday llamaba un voltámetro.

Precisamente en el voltámetro y en ciertos fenómenos que a él se refieren está el origen de los acumuladores eléctricos, como ha de verse más adelante.

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