El mes de abril en agricultura

El mes de abril es uno de los más importantes para el labrador, porque durante él aparece la vegetación en toda su actividad.

Durante este mes se suele dar la segunda labor a los barbechos en que, a causa de las aguas, no se haya podido penetrar antes de esa época.

Aún podrá pasarse la grada sobre los trigos en los primeros días del mes en las comarcas frías, y sobre las cebadas y las avenas sembradas en marzo. También se escardan los cereales de invierno, y en el Mediodía se entrecavan las patatas de secano y se limpian las sementeras de garbanzos.

La segunda quincena de abril es también la época más favorable para binar por vez primera las plantas llamadas escardadas que se siembran en la segunda quincena de marzo, tales como las zanahorias, coles y remolachas.

En el mes de abril se siembra la mostaza blanca si se quieren utilizar sus semillas. También se pueden sembrar durante todo ese mes, según los climas, la lupulina, los tréboles, la alfalfa, la esparceta, la arveja, y diversas mezclas forrajeras.

En abril es todavía época de plantar las raíces de rubia, las patatas y las patatas.

En este mes se suspende el pasto en las praderas que hayan de ser segadas oportunamente para la recolección de henos. Para las de siega son excelentes las aguas de abril, que habrán de distribuirse con toda la abundancia posible.

En la meseta central y en las regiones montañosas del Norte de España, el mes de abril es el más costoso para el ganadero, porque generalmente se acaban los forrajes secos y los fríos dificultan el brote de las praderas naturales y artificiales si dominan los vientos del Norte, y se retrasa la aparición de la primavera agrícola.

También es ésta la época de la floración de los olivos y la de las heladas tardías; de aquí que sea realmente un período crítico para esos árboles. Durante el mes de abril se terminará la poda y la labor de primavera, y se pueden plantar, aún cuando sea tarde, renuevos fuertes en los terrenos frescos y profundos, para acabar las plantaciones emprendidas. También se practica en esta época el injerto de escudete en los olivos, una vez terminada la labor, y se siembran altramuces para enterrarlos en la época del florecimiento, constituyendo así un precioso abono verde. El mes de abril es la época favorable para sembrar en almáciga las moreras blancas.

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