El globo aerostático elipsoide

De todo lo expuesto se deduce que el esqueleto, por decirlo así, de un globo, debe ser algo parecido a dos conos reunidos por su base; pero si diéramos al aeróstato esta forma un poco descarnada, contraria a los redondos contornos que la naturaleza nos presenta en todas sus obras, se verificarían, indudablemente, en el cambio de curvatura de uno a otro cono, rozamientos y perturbaciones que molestarían la marcha del aparato; hay, pues, que sustituir a la superficie de los conos otras curvas que se encuentren tangencialmente en la sección más ancha; en una palabra, el aeróstato debe tener una forma parecida a la de un elipsoide.

Quedan todavía por resolver varias cuestiones para completar lo que llevamos explicado acerca de este asunto. Resta saber:

1° En qué punto debe estar la sección más ancha; si ha de estar en medio de la longitud del aparato, o aproximarse a uno o a otro extremo.
2° Qué relación debe existir entre el máximo espesor y la longitud del globo.
3° En qué sitio debe estar el centro de gravedad.

Para resolver estas cuestiones, interroguemos a la naturaleza y veamos lo que ella ha hecho en análogas circunstancias, y tendremos casi la seguridad de acertar imitando sus obras.

El pez que se mueve en el agua, el pájaro que cruza la atmósfera, son seres que se muestran de continuo en circunstancias parecidas a las del aeróstato; pues bien; las formas generales del pez y del pájaro son parecidas a aquellas a que nos ha conducido el anterior estudio. Ahora bien, si examinamos con detención la conformación de ambos, observaremos que:

1° El punto en que se encuentra la sección máxima varía del tercio al cuarto de la longitud.
2° La relación entre el máximo espesor y la longitud varía del tercio al medio.
3° El centro de gravedad se encuentra entre el tercio y el cuarto de la total magnitud del cuerpo.

Luego, en resumen, los aeróstatos deben tener una forma alargada algo parecida a un elipsoide, cuyo mayor espesor varíe entre el tercio y el medio de la longitud, que esté situado entre el tercio y el cuarto de la citada magnitud y cuyo centro de gravedad se encuentre entre el tercio y el cuarto de la mayor dimensión del aeróstato.