El error de identificar alma y pensamiento

Ocasión propicia se ha de ofrecer para probar cómo las ciencias naturales y a la vez la especulación filosófica corrigen el error de Descartes, que identifica la materia con la extensión, haciendo ver que precisamente se sustituye su concepto estático y geométrico de la materia por el dinámico de la fuerza.

En el ínterin hemos de examinar especialmente el error que procede de la afirmación correlativa de Descartes, identificando el alma con la inteligencia, error del cual apenas si se libra ningún espiritualista francés, hecha excepción de Maine de Biran, que concibe el sentimiento del esfuerzo como nota más extensa y genérica del yo que el pensamiento.

De aquella precipitada identificación del alma con el pensamiento, ha surgido la consideración de la ciencia del alma como un tratado del Intellecto (del intelligere de Santo Tomás) un capítulo preliminar de la Lógica y a veces más extenso que esta ciencia. Así se ha explicado el conjunto de los medios activos o predisposiciones a obrar por la Psicología sólo como facultades intelectuales, definiendo la conciencia por el sentido íntimo (Escuela escocesa), los sentidos por la percepción externa (inteligencia sensible de los escolásticos con una pasividad que dio margen a la hipótesis de la tabulla rasa), la razón por las ideas generales (facultades abstractivas y poder generalizador, separado por medio de un abismo de la realidad, que ha engendrado el error de separar la teoría de la práctica) y la memoria por el recuerdo (cual excitación prolongada y pasivamente retenida, sin concebir la previsión).

Merced a este espiritualismo abstracto se llegó a definir el alma, inteligencia servida por órganos, como si al lado del pensamiento no fueran voluntad y sentimiento igualmente esenciales para la complejidad de la vida anímica.

Buena prueba ofrecen de este intelectualismo abstracto las últimas manifestaciones del espiritualismo francés, en cuyas obras doctrinales ocupa hasta en extensión material, más de las dos terceras partes de la Psicología, el estudio del intellecto, y cuanto toca al sentimiento y a la voluntad es considerado con una concisión parecida a la de un índice.

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