El cultivo de bacterias

Cuando se quiere hacer el examen microscópico directo de las bacterias en pleno desarrollo, basta colocar sobre láminas de vidrio o sobre cristalizadores cubiertos de una sustancia nutritiva gelatinizada, tal como la gelatina pectonizada, el suero gelatinizado, el agaragar, etc., una pequeñísima cantidad del líquido que contenga bacterias, tomado con la extremidad de un hilo de platino previamente esterilizado. Después se observan con el microscopio, siguiendo las precauciones generales, las preparaciones obtenidas.

Pero cuando se quieren hacer cultivos de los microbios en grandes masas, es menester emplear aparatos especiales y regulares cantidades de medios nutritivos esterilizados. El modo más sencillo de hacer estos cultivos consiste en poner un poco de la sustancia que se trata de examinar en vasos esterilizados que contengan los medios nutritivos estériles.

Para introducir el líquido, se emplea un hilo de platino calentado al rojo y después frío, se sumerge su extremidad en la sustancia bacterífera y después se introduce en el medio nutritivo dispuesto para el cultivo, cerrando inmediatamente el vaso que contiene este medio con un tapón de algodón en rama.

Pasteur fue el primero que hizo cultivos empleando procedimientos exentos de toda causa de error. Empleó en un principio como medios de cultivo líquidos muy variados, como por ejemplo, el agua de levadura, la infusión de heno, la orina hervida neutralizada y filtrada en caliente, el caldo de carne, etc; pero después de los primeros trabajos de Pasteur, muchos microbiólogos han modificado extraordinariamente la técnica de loa cultivos, debiendo citarse entre los procedimientos nuevos los cultivos sobre patatas, y sobre sustancias gelatinizadas, ideados por Brefeld, Grawitz y Koch, y los cultivos sobre láminas de vidrio, sobre las cuales se extienden las sustancias gelatinizadas donde se siembran las bacterias. En todos estos métodos es menester comenzar por lavar bien y esterilizar después todos los instrumentos, vidrios, cristalizadores, campanas, tubos, cuchillos, etc., teniéndolos durante media hora a la temperatura de 150° en aire seco.

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