El baile durante el renacimiento

El Renacimiento italiano, influyendo poderosamente en las costumbres, vino a imprimir carácter más disipador y cortesano al baile.

Inició este movimiento Bergonzo di Botta, gentilhombre de Tortona, con motivo de las bodas de Galeazzo, duque de Milán, con Isabel de Aragón.

Y debe decirse también que en Italia, en el siglo xvi, se dieron las primeras reglas del baile.

En Francia puso en moda el baile Catalina de Médicis; Enrique IV se mostró aficionado también; Richelieu, en tiempo de Luis XIII, dio los famosos bailes alegóricos, y Luis XIV llevó su culto a la coreografía hasta el extremo de fundar en 1661 una academia de baile compuesta de los trece bailarines más hábiles del reino.

Por último, a fines del siglo xviii se distinguían cuatro especies de bailes:

1° Danses basses, que se ejecutaban sosegadamente.
2° Danses terre a terre, en las cuales no movían los pies del suelo.
3° Dances nobles, que pedían distinción y buen tono.
4° Danses par en Aut., en cuyo ejercicio tenían parte importantísima saltos, rebotes y piruetas.

El baile teatral adquirió importancia, boga y perfeccionamiento, distinguiéndose verdaderas notabilidades. La chacona, la contradanza, la gayola, el rigodón, la farándola, la burre, el tamborín, la corrente, los branles, las canarias y la morisca, son otros tantos bailes del siglo pasado.

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