El ascensor eléctrico

En la Exposición industrial de Mannheim en 1880, M. Siemens instaló un ascensor cuyo sistema se fundaba en el principio de transmisión eléctrica de la fuerza a distancia.

Como una máquina dinamo-eléctrica es de un peso pequeño comparado con el trabajo que es capaz de producir, se ha podido colocar una sobre la plataforma misma que debía poner en movimiento, y la corriente llegaba a esta máquina por hilos que arrastraba consigo.

La plataforma que servía para subir el público a la meseta de una torre de 20 metros de altura, se movía a lo largo de una cremallera formada por una especie de escala de acero, cuyos montantes estaban formados por tres láminas del mismo metal de 0,005 m. de espesor por 0,060 m. de anchura, remachados entre sí y reunidos por barrotes cilíndricos de 0,015 m. de diámetro y separados unos de otros por intervalos de 0,035 m. Esta escala estaba fija de arriba a abajo de la torre a fuertes vigas que la sostenían perfectamente vertical.

La transmisión del movimiento se efectuaba por medio de dos ruedas dentadas que engranan a los dos lados con los barrotes de la cremallera y actúan por un tornillo sin fin adoptado al eje del motor. Un conmutador de manecilla fija sobre la plataforma, permitía, según la posición que se le daba, hacer subir o bajar al vehículo y pararlo cuando se quisiese.

La operación se facilitaba por un equilibrio previo del sistema, por medio de un contrapeso, y las cuerdas metálicas afectas a este equilibrio constituían al mismo tiempo los conductores de la corriente.

Como el enlace del vehículo con la escala se efectuaba por medio de un tornillo sin fin, no muy apretado, la paralización del motor no ofrecía ningún peligro, porque la caída tenía que ser forzosamente muy lenta. Además, durante algunas semanas que este ascensor estuvo expuesto en Maunheim, transportó a la meseta de la torre y sin peligro alguno cerca de 8.000 personas.

La velocidad de ascensión era próximamente de 0,50 m. por segundo. La instalación de este sistema es de poco gasto y su explotación no es onerosa.

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