El año según la cronología

La palabra año, cuyo sentido primitivo era círculo, como lo atestigua su derivara anillo o pequeño circulo, se encuentra en todos los idiomas significando un movimiento circular, una vuelta periódica; por eso lo simbolizaban los persas en un anillo, y los egipcios en una serpiente que se muerde la cola, símbolo también de lo infinito; por eso el año filosóficamente considerado es un sistema de ciclos o períodos más o menos largos, calculados por la revolución de algún cuerpo celeste en su órbita; es una sucesión de movimientos que se reproducen sin cesar y en sentido idéntico.

A semejanza del mes, que es más o menos corto según se tome por punto de partida la revolución sidérea o la sinódica de la Luna, el año es asimismo sidéreo o trópico: es sidéreo cuando se atiende al tiempo que el Sol tarda en volver al mismo punto de la eclíptica y en ponerse en igual relación con una estrella fija que se adopta como término de comparación, y entonces es de 365 días o horas y 8 minutos; dícese trópico cuando se atiende solamente al tiempo que tarda en llegar a uno de los puntos en que la eclíptica corta al ecuador o toca a los trópicos, y es de 365 días, 5 horas y 49 minutos próximamente: resulta, pues, una diferencia de 19 minutos entre ambos aspectos; diferencia que si bien de poco aprecio en períodos cortos, se eleva a más do un día en 74 años, a 10 en 740 y a 100 días en 7.400 años.

En la necesidad de decidirse, la cronología toma por base el año trópico, suponiendo transcurridos tantos años como veces ha vuelto el Sol al mismo equinoccio o solsticio, por más que entre estas revoluciones se observan segundos y aún minutos de diferencia.

Hay todavía otra especie de año muy usado en la antigüedad y muy vigente aún entre los árabes, como acabamos de decir, que es el año lunar. La luna realiza su revolución alrededor de la Tierra en 27 días, 7 horas y 43 minutos, constituyendo el mes periódico o sidéreo; pero como durante el mismo espacio de tiempo, nuestro planeta ha recorrido en dirección del Oriente poco más de 27° de la eclíptica, la Luna no completa su revolución hasta los 29 días, 12 horas y 14 minutos, que dan origen al mes sinódico.

Pues bien, el año lunar se compone de 12 lunaciones que se realizan en 354 días, 8 horas y 48 minutos, y como el trópico consta de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 49 segundos, resulta éste de diez días y 21 horas más largo que aquél.

El año lunar que analizamos es conocido con el nombre de año lunar común, para distinguirlo del lunar embolismal o intercalar, que vemos en boga en muchos pueblos de la antigüedad, en el cual se pretendía concordar el año trópico con el curso de las lunaciones, añadiendo algunos días o un mes.

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