El ámbar en la prehistoria

El empleo del ámbar se desarrolló primeramente en Dinamarca. Es verdad que no se ha encontrado en los kiockkenmoeddlings, pero ya era en extremo abundante en la época de la piedra pulimentada.

Se encuentra en estado bruto y tallado formando ordinariamente gargantillas que se hacían, ya dejándole su forma natural, ya pulimentándolo un poco en su superficie; otras veces, por el contrario, se trabajaba con cuidado en perlas redondeadas, ovales afectando la forma de hachas, martillos, granos reniformes, dobles conos, etc.

Raro es el dolmen donde no se encuentran perlas de ámbar. Las hornagueras o turberas han dado también ámbar en abundancia. Las de Jutlandia han suministrado enormes cantidades. En la hornaguera de Roer un jarrón de barro tosco de cuatro asas contenía 1.800 perlas de ámbar. En la hornaguera de Loestan se han encontrado reunidas 4.000 que habían sido encerradas en una arquilla de madera y que constituirían seguramente los ahorros de un mercader.

Las perlas y colgantes de ámbar no eran raros en Dinamarca durante la época del bronce, aunque mucho menos abundantes que en la anterior, y se trabajaban cuidadosamente; pero en cambio ya no, se encuentran en aquella época piezas en bruto.

En la época de hierro, el ámbar era aún mucho menos frecuente; no había más que algunas perlas mezcladas con otras de diferentes materias, vidrio, pastas vitrificadas, etc.; escasez que debe atribuirse a la exportación, que probablemente llegó a absorber toda la producción.

En las costas orientales y meridionales de la Escania (Suecia), el mar arroja también el ámbar en bastante cantidad. Se encuentra allí esta materia muy usada en la época de la piedra pulimentada; pero su empleo llega a ser raro en la época del bronce, y cesa, por decirlo así, en la primera época del hierro para volverse a emplear mucho más tarde.

Así como Suecia participa del ámbar de la región báltica, la Gran Bretaña participa también de la región del mar del Norte y se encuentra alguna vez el ámbar natural en sus costas.

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