El aire confinado en la tierra vegetal

El aire que penetrando en la corteza sólida terrestre se aloja entre sus poros, experimenta algún cambio en su constitución.

Se ha estudiado principalmente la naturaleza del aire contenido en los suelos dedicados a la vegetación, siendo debidas Boussingault las primeras y más importantes nociones que se tienen sobre este punto.

Resulta, en primer lugar, que la cantidad de aire que en un volumen dado de tierra vegetal se alberga, es muy variable según la naturaleza del suelo; y que una parte del oxígeno del referido aire atmosférico es absorbida al penetrar en el suelo y reemplazada por ácido carbónico.

El cuadro siguiente indica las cantidades de aire confinado en una hectárea de tierra vegetal hasta la profundidad de medio metro:

Aire confinado / Ácido carbónico (metros cúbicos)
Campo de espárragos abonado hace mucho tiempo. 782/6
Campo de alfalfa. 772/6
Campo de remolacha. 824/7
Pradera. 566/10
Tierra de una estufa. 566/6
La misma tierra pocas horas después de regada. 566/7
Suelo muy rico en humus. 1472/54

El oxígeno confinado en la tierra vegetal desciende hasta un 10,35 por 100, mientras que el nitrógeno se conserva en los 79,91, y el ácido carbónico llega a 9,64. Estos datos manifiestan la necesidad de renovar el aire contenido en el suelo.

El aire confinado en cada hectárea de diversas tierras vegetales, suponiendo que el espesor de la capa del suelo es de 35 centímetros, lo cual supone un volumen de tierra de 3.500 metros cúbicos por hectárea, se expresa en el cuadro siguiente:

Aire confinado / Ácido carbónico (metros cúbicos)
Tierra ligera recientemente estercolada. 824/18
La misma tierra después de algunos días de lluvia. 824/80
Campo de zanahorias. 813/8
Viña. 988/10
Bosque. 412/4
Arena, subsuelo de bosque. 309/1
Campo de espárragos recientemente abonado. 782/12

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