El aire atmosférico como agente necesario para la vida

El aire atmosférico es un agente necesario a la vida de todos los organismos y los elementos celulares, que en tanto que desempeñan funciones activas, necesitan oxígeno libre, suministrado por el aire atmosférico, para las transformaciones químicas que han de poner en libertad las fuerzas vivas por que se manifiesta su vitalidad.

Pasteur propuso llamar Anaerobios ciertos micrófitos que él suponía susceptibles de vivir y reproducirse sin necesidad del aire; pero parece resultar de observaciones recientes, que la división de los seres en las dos grandes secciones de Aerobios y Anaerobios, no tiene fundamento.

Aun aceptada la idea de Pasteur, no se podría suponer que cierto número de organizaciones sencillas carecieran de respiración, considerada esta función como en su expresión más general, en cuanto los seres anaerobios de Pasteur consumirían, según la hipótesis, el oxígeno que quedaría en libertad en el proceso de fermentación provocado por su actividad nutritiva en la sustancia donde se desarrollara.

La necesidad del oxígeno del aire atmosférico no es igualmente apremiante para todos los seres, pues mientras los vertebrados superiores apenas pueden tolerar la suspensión respiratoria durante algunos minutos, los seres de organización más sencilla pueden soportar la carencia de aire respirable con gran facilidad. En cuanto a las transformaciones del aire por la respiración y su función fisiológica, ver RESPIRACIÓN.

La acción del aire sobre el organismo se modifica según sus variaciones físicas y químicas y las sustancias que contiene en suspensión. Las modificaciones físicas del aire se refieren principalmente a la temperatura, a la humedad, a la presión y a la electricidad. Según su temperatura y su estado higrométrico, el aire puede ser caliente y seco, caliente y húmedo, frío y seco y frío y húmedo, cuya distinta acción sobre la economía se estudiará en el artículo ATMÓSFERA.

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