Efectos fisiológicos y usos terapéuticos del éter amilnitroso

1° Efectos fisiológicos.

Cuando se respiran dos tres gotas de nitrito de amilo durante algunos minutos se experimenta en las fauces y en las fosas nasales una sensación de frescura semejante a la del éter; el pulso se acelera llegando a latir 100 y hasta 180 veces por minuto; los latidos de las arterias temporales y carótidas son fuertes e irregulares; la cara se congestiona, las mucosas se inyectan, y si la dosis aumenta sobrevienen vértigos, obtusión cerebral y como una embriaguez pasajera. Todos estos efectos son fugaces.

Con mayor dosis sobrevienen alteraciones de la vista bien estudiadas por Pick y Bourneville. No hay acuerdo en cuanto a los efectos del nitrito de amilo sobre la temperatura. Disminuye la tensión arterial, según la mayoría de los autores por parálisis vaso-motriz. Sobre el corazón produce efecto análogo al de la sección del nervio vago. Richardson y Wood Horatio admiten que el nitrito de amilo dificulta la oxidación sanguínea.

2° Usos terapéuticos.

El primer médico que indicó las aplicaciones terapéuticas fundamentales del nitrito de amilo fue Guthrie, que observando su propiedad de acelerar los latidos del corazón y congestionar el encéfalo, lo prescribió en el síncope y en la asfixia.

Las aplicaciones terapéuticas del nitrito de amilo se han ampliado después considerablemente.

Van Ermengen coloca en cuatro clases las afecciones en que puede emplearse el éter amilnitroso o nitrito de amilo. En la primera incluye los accidentes sincopales, comatosos, caracterizados por la debilidad de la inervación cardiaca, la anemia o la congestión venosa de los centros cerebro-espinales; en la segunda, las enfermedades caracterizadas por el espasmo de los vasos; en la tercera, las caracterizadas por el espasmo de los músculos voluntarios e involuntarios;’y en la cuarta, las enfermedades acompañadas de hipertermia.

Entre las afecciones más importantes en estos cuatro grupos mencionaremos: la angina de pecho, ciertos estados secundarios de las enfermedades del corazón, el asma esencial, el síncope y las lipotimias, la laringitis estridulosa, la epilepsia, ciertos accidentes histéricos, el síncope clorofórmico, el tétanos, la eclampsia puerperal, la contractura de las extremidades, la melancolía y algunos otras efectos mentales, la rabia, la gastralgia, las neuralgias, etc.

El nitrito de amilo es usa en inhalaciones ordinariamente de 4 a 10 gotas. Tres gotas vertidas en un pañuelo e inhaladas pueden conjurar el síncope inminente del cloroformo; en el mareo y en la jaqueca su acción es heroica. El nitrito de amilo se suele expender en diminutos tubos de vidrio cerrados que contienen algunas gotas. Cuando se quiere usar, se quiebra el tubo volatilizándose rápidamente el medicamento.

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