Disolución del alcohol

El alcohol disuelve 1/140 de su peso de fósforo, en caliente; 1/100 de azufre; disuelve con mucha facilidad el iodo, la potasa y la sosa cáusticas; los cloruros de calcio y de estroncio; los nitratos de cal, de magnesia y otros; el sublimado corrosivo; el bromuro y el ioduro de mercurio, las resinas y los cuerpos grasos, así como gran número de otros principios inmediatos de los vegetales.

Coagula la albúmina y la gelatina y disuelve muchos gases, por lo general en mayor proporción que el agua. Así, según los experimentos de Saussure, 100 volúmenes de alcohol de 0,840 de densidad, a la temperatura de 28°, absorben:

4 volúmenes de nitrógeno.
5 volúmenes de hidrógeno.
14 volúmenes de óxido de carbono.
16 volúmenes de oxígeno.
127 volúmenes de bicarburo de hidrógeno.
153 volúmenes de protóxido de nitrógeno.
186 volúmenes de ácido carbónico.
606 volúmenes de ácido sulfhídrico.
11.577 volúmenes de ácido sulfuroso.

El alcohol anhidro no disuelve el azúcar de caña o sacarosa en frío; hirviendo, 100 partes de alcohol no disuelven más que 1,25 de sacarosa; pero cuando el alcohol lleva agua, disuelve tanto más azúcar cuanto mayor sea la proporción del agua.

La glucosa es aún menos soluble en el alcohol que la sacarosa. Cien partes de agua a 17° disuelven 81 de glucosa; en las mismas condiciones el alcohol de 41 grados centesimales, disuelve 28 partes; el de 62 sólo disuelve 19; el de 74 disuelve 8,81, y el de 90 solo 1,97.

Las disoluciones de agua y alcohol hierven y empiezan a destilar a temperaturas tanto más bajas, a igualdad de presión, cuanto más ricas son en alcohol, propiedad que se ha utilizado para reconocer la riqueza de un líquido alcohólico.

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