Diferencias en la duración del año en los países europeos

La supresión de 10 días efectuada en 1582 sólo en los estados católicos, fue causa de una diferencia que subsistió largo tiempo en Europa en la manera de contar los días; por ejemplo, al contar en Inglaterra el 2 de enero, se contaba en España, Francia, Portugal, etc., el 12 del mismo mes, es decir 10 días más, y las personas que temían el error que este pudiera cansar, fechaban así: 2/12 enero, representando el numerador el viejo estilo juliano, y el denominador el nuevo estilo o gregoriano.

Cuando en 1700 se suprimo un año bisiesto según la regla del calendario gregoriano, la diferencia fui de 11 días, porque en el calendario juliano fue el año 1700 un día más largo, lo que obligaba a contar un día de menos.

Esta diferencia del nuevo y del viejo estilo subsistió mucho tiempo entre los países protestantes y los católicos; el nuevo estilo empezó en Inglaterra en el mes de septiembre de 1752, no sin ocasionar disturbios y motines de la plebe.

La uniformidad del calendario gregoriano es completa hoy día en toda Europa y en todo el mundo civilizado, a excepción de Rusia y Grecia, donde prefieren estar en mal con el tiempo a estar conformes con el Papa.

El calendario de la República francesa alteró por completo el sistema cronológico de aquel país, si bien por muy poco tiempo. El año constaba de 365 días, en 12 meses de 30 días cada uno, más cinco días epagómenos, llamados sansculottides en un principio, y luego complementarios.

A fin de obtener la concordancia del día con los movimientos celestes, se añadió en el último año de cada franciada o período de cuatro años un 6° epagómeno con el nombre de día de la revolución.

El calendario francés fue abolido en virtud de un senado consulto, restableciéndose legalmente desde 1° de enero de 1806 el gregoriano. El año de la República tenía comienzo en el equinoccio de otoño, habiendo principiado el primer año de la Era el 22 de septiembre de 1792.

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