Consumo de oxígeno en el aire confinado

La acción ejercida por la respiración de los animales sobre la composición del aire, produce en seguida un consumo del oxígeno que había primitivamente.

Según los experimentos diversos de algunos sabios que se han ocupado de esta cuestión, experimentos a la cabeza de los cuales es preciso colocar los de MM. Regnault y Reiset, la cantidad de oxígeno consumido está comprendida entre 0,537 gramos y 1,180 gramos por hora y por kilogramo de peso del animal consumidor.

Se concibe que hay variaciones en razón de la variedad de temperatura, de la comida, de la edad, de la especie, etc. Loe dos extremos corresponden para un kilogramo de peso vivo de 9 y 20 litros de oxígeno por 24 horas o bien 43 y 95 litros de aire. Pero conviene agregar que es preciso asegurar un volumen de aire 25 veces más considerable que el que el animal podría viciar en un tiempo determinado; si no se llena esta condición, existe dificultad en la respiración. Por consiguiente, es necesario que el volumen dado a un kilogramo de peso vivo por 24 horas, esté comprendido entre 1,075 y 2.375 litros.

De aquí se debe deducir que para poder hacerles vivir un día entero sin molestia en un aire confinado, es menester:

Para un hombre de 65 kgs., entre 70 y 154 metros cúbicos.
Para un caballo de 500 kgs., entre 537 y 1.181 metros cúbicos.
Para un animal de la raza bovina de 400 kgs., entre 430 y 950 metros cúbicos.
Para un animal de la raza ovina de 30 kgs., entre 32 y 71 metros cúbicos.
Para un animal de la raza porcina de 80 kgs., entre 86 y 190 metros cúbicos.

Según esto, apenas es posible asignar volúmenes de aire tan considerables en los locales habitados por hombres o por animales. Se vence la dificultad, renovando parcialmente el aire pos medio de la ventilación.

La experiencia ha de mostrado que haciendo llegar a un cuarto caliente habitado por un hombre adulto o metros cúbicos de aire nuevo por hora; a una cuadra, 57 metros cúbicos por caballo; a un establo, 45 metros cúbicos por cabeza de ganado vacuno; a un aprisco 37 por oveja; a una porqueriza, 9 metros por cerdo, se resuelve el problema de mantener el aire confinado en un estado de fuerza poco diferente del aire atmosférico libre.

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