Conservación del acero

Para evitar que el acero se oxide, accidente que se produce con suma facilidad, se puede recurrir a varios procedimientos, entre los cuales son los siguientes los preferidos:

1° Después de calentar el acero hasta el color rojo, se le frotará con cera o se sumergirá en aceite, si es que no se prefiere templarle en un barniz negro preparado con aceite de cuerno.

2° Fundidos 180 gramos de sebo fino y 4 de alcanfor pulverizado con 30 gotas de aceite esencial de espliego, se barnizara ligeramente el acero con esa disolución.

3° Dispuestos 100 gramos de aceite de linaza y 20 gramos de polvo de litargirio, se harán hervir durante un cuarto de hora en un recipiente de hierro o cobre, y después de enfriarse la mezcla, se cuela y se coloca nuevamente sobre el fuego, disolviendo en ella 20 gramos de ámbar amarillo pulverizado; se agregarán luego 60 gramos de aceite de trementina, de manera que la mezcla se volverá muy clara, y con una esponja se aplicará ligeramente sobre el acero, que se habrá lavado previamente en una mezcla de agua y de potasa.

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