Para que las agujas se consideren buenas, deben llenar varias condiciones. Es necesario que:

— El alambre sea de acero de buena calidad, bien templarlo y que la parte cilíndrica sea perfectamente recta.

— La acanaladura esté hecha con grande regularidad.

— El ojo esté abierto en el eje, que sea redondo y que sus bordes no corten el hilo.

— La cabeza tenga bastante resistencia para no romperse bajo el esfuerzo de tracción que hay que ejercer al través de ciertas telas.

— La punta sea muy aguda, bastante, cónica y que no se desvíe del eje.

— El pulimento sea perfecto.

— La entrada en la tela sea fácil y que no haga en ella vientre, es decir, que después de la entrada sea también fácil la salida.

— Tenga la conveniente elasticidad, para que sea fácil el paso en algunos sitios de la costura en donde la aguja no puede penetrar sino formando en cada punto un arco muy pronunciado que debe desaparecer en cuanto la aguja queda en libertad.

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