Archivo de la categoría: Baile

BAILE

De bailar, del bajo latín, balare, saltar, guiar coros.

Cada una de las varias especies de danza, las cuales toman nombre particular y distintivo del tañido que les es peculiar, como minué, fandango, etc. || Festejo en que se juntan varias personas para bailar. || Espectáculo teatral en que se representa una acción por medio de la Mímica y se ejecutan varias danzas.

BAILAR: Hacer mudanzas con el cuerpo y con los pies y brazos en orden y a compás. || Moverse alguna cosa con movimiento más o menos acelerado, manteniéndose en un mismo sitio, como sucede al trompo, a la vasija cuya base carece de nivel, etc.

BAILA: Antiguamente, baile o danza.

BAILABLE: Dícese de la música a propósito para bailarse. || Cada una de las danzas, más menos largas y complicadas, que se ejecutan en el espectáculo compuesto de mímica y baile, a que se da este último nombre, o en algunas óperas u obras dramáticas. Es voz de uso reciente.

BAILADERO: Antiguamente, bailable. || En algunas provincias, sitio destinado para bailes públicos.

BAILADOR: Persona que baila.

BAILARIN: Que baila. || Persona que ejercita o profesa el arte de bailar.

BAILOTEAR: Bailar mucho, y en especial cuando se hace sin gracia, formalidad ni sujeción a las reglas del arte, y sólo dando saltos descompasados.

BAILOTEO: Acción, o efecto, de bailotear.

* Frases figurativas y populares referidas al baile
* El baile y la danza
* El baile en la antigüedad
* El baile en la antigua Grecia
* El baile en la antigua Roma
* El baile y el cristianismo
* El baile en la Edad Media
* El baile durante el renacimiento
* El baile en la historia española
* Bailes de sociedad
* Los bailes de sociedad más conocidos
* Los bailes populares en España
* Bailes populares típicos en Europa
* Los bailes en Asia y África
* Los bailes en América
* El baile como elemento teatral
* La enseñanza del baile
* Los bailables o bailes teatrales

Frases figurativas y populares referidas al baile

¡ESA ES OTRA QUE BIEN, O QUE MEJOR, BAILA! Localismo que da a entender que la materia o cuestión que se acaba de suscitar, entraña igual, o mayor, gravedad que aquella de que se iba tratando anteriormente.

¡QUÉ BAILE! Expresión usada públicamente en son de rechifla contra alguna persona, y con especialidad por parte del pueblo en desacato de las disposiciones que intenta hacer cumplir algún individuo constituido en autoridad. Es locución de uso moderno en nuestra lengua.

SACAR A BAILAR a alguno: Serle ocasión de alguna desazón o disgusto más o menos grave.

BAILE DE BOTÓN GORDO, O DE CANDIL, O DE CASCABEL GORDO: Festejo o diversión en que la gente vulgar, o los que quieren imitarla, se regocijan y alegran.

BAILE DE SAN VITO: Cierta afección convulsiva, especialmente de los niños, así llamada porque se invocaba a este santo para implorar su auxilio a fin de obtener la curación de dicha dolencia.

BAILE SERIO O DE SOCIEDAD: El de etiqueta, por contraposición al que, no requiriéndolo, es más o menos familiar o casero.

Volver a BAILE – Inicio

El baile y la danza

Según Pellicer, en tiempo de Cervantes se distinguían los bailes de las danzas, dándose esta última denominación a los bailes graves y autorizados, y la primera a los populares y truhanescos; sin embargo, Covarrubias, que escribía por aquella época, no establece semejante distinción.

Hoy llamamos igualmente baile al de sociedad que al popular, y rara vez danza, pues por este último vocablo, más comúnmente usado en plural, entendemos los bailes destinados a festejos públicos, y cuya índole característica consiste en comparsas más o menos lucidas y ataviadas que ejecutan evoluciones más o menos artificiosas y sorprendentes.

Desde luego se ocurre que el baile es tan antiguo como el hombre, por ser, a la par que el grito, espontánea muestra de regocijo, y que su primitiva cuanto rudimentaria manifestación debió consistir en saltos y brincos, muy luego precisados por cadencias y medidos por los compases de un instrumento músico.

El baile y la música, siempre unidos, son partes integrantes de un todo.

En la mayor parte de las clasificaciones de las artes figura el baile como arte secundario, entrando como elemento en la mímica; está unido estrechamente a la gimnástica y sociológicamente considerado, repasando la historia, se ve que ha figurado y aún figura, como religioso rito, como ceremonia mundana de varia significación, como pasatiempo galante y como ejercicio pantomímico o teatral.

Volver a BAILE – Inicio

El baile en la antigüedad

Los monumentos figurados y los textos de todas las épocas, dan vivos testimonios de la existencia del baile en las civilizaciones pasadas.

De la más antigua en el orden histórico, la egipcia, nos quedan las pinturas de Menfis y de Tebas, representando bailarines y bailarinas, probablemente de oficio y de condición de esclavos, que ejecutan pasos graciosos, piruetas, balanceos de brazos, enlazamientos de manos, diversas actitudes, en fin, que expresan también los jeroglíficos, medidas por los instrumentos tocados por los mismos bailarines o por el choque rítmico de las manos o de las castañuelas; pero aún no ha podido precisarse si estos asuntos deben ser interpretados como representaciones de danzas ejecutadas para divertir a los demás, o para divertirse los mismos que las ejecutan.

En cuanto a los hebreos, se sabe que los levitas estaban divididos en dos coros, de canto y de baile; que en las ceremonias religiosas solemnes expresaban aquellos sacerdotes su reconocimiento al Todopoderoso, bailando; que David fue bailando “con todas sus fuerzas” ante el Arca de la alianza, desde la casa de Obedom hasta la ciudad de Betleem, y que los israelitas demostraron a Dios su gratitud por haberles pasado el mar Rojo, bailando al compás de los cánticos que improvisó la hermana de Moisés.

Los indios y los chinos introdujeron antiguamente en sus ritos religiosos unas danzas mímicas que simulaban el curso armonioso de los astros, según sus cosmogonías, rito que también practicaron loa sacerdotes egipcios de Apis, de quien probablemente tomaron los sacerdotes hebreos el de bailar en torno del carnero de oro.

Volver a BAILE – Inicio

El baile en la antigua Grecia

En Grecia, la danza sagrada tuvo mayor importancia que en ningún otro pueblo de la antigüedad, pues se practicaba en todos los cultos. Además formaba el baile parte esencial de la educación, y a tan regocijado ejercicio se entregaban con apasionamiento, en ciudades y aldeas, los individuos de todas las clases sociales.

Luciano, hablando de las danzas primitivas, dice que Orfeo y Museo, que eran los más hábiles bailarines de su tiempo, instituyeron los misterios cuya iniciación se hacía con el ritmo y el baile, sin que fuera dable al iniciado revelar el secreto de estas enseñanzas a los profanos.

El baile y la música figuraban entre las ceremonias de los sacrificios, especialmente en Delos. Por lo general en los coros, compuestos de gente joven, los bailarines iban cogidos de las manos; sólo los más diestros bailaban solos.

Había un género de canciones, llamadas hyporquemas, especialmente escritas para entonarse al compás del baile. La danza con que en España honraban las muchachas a Diana, consistía en movimientos rápidos. En cuanto a las danzas báquicas, que tan a menudo se ven figuradas en los monumentos, las caracterizaba el que las bailarinas mismas sonaban címbalos o panderetas al tiempo que ejecutaban las rápidas y cadenciosas mudanzas.

El citado Luciano dice, al ocuparse del origen del baile, que: “El coro de los astros, la conjunción de los planetas y de las estrellas fijas, su armoniosa asociación, su admirable concierto, son los modelos de la primera danza”.

Según tradiciones que menciona el indicado escritor, Rea fue quien primeramente enseñó a bailar a los coribantes en Frigia y a los curetas en Creta, los cuales supieron defender a Júpiter de la voracidad de su padre Saturno, impidiendo que éste oyese el llanto del niño dios, a cuyo efecto danzaban, dando golpes con las espadas en sus cascos y escudos, poseídos de ardor guerrero y de verdadera furia salvaje.

Homero honra a Merion llamándole bailarín, pues se había hecho célebre y popular por su habilidad coreográfica, hasta entre los troyanos sus enemigos. Pirro, hijo de Aquiles, también sobresalió en el mismo arte e inventó la danza que de su nombre se llamó pírrica, la cual se efectuaba armado a la manera de los coribantes.

Castor y Pólux enseñaron a los lacedemonios la caryática, danza a la cual, según Luciano, debían aquellos naturales la costumbre de echar el paso al son de la flauta cuando iban a la guerra, y tan dados eran al baile que en sus simulacros danzaban y peleaban alternativamente, poniéndose para bailar en corro, en el medio del cual un tañedor de flauta indicaba el compás con el ritmo de la música y con el pie; estas danzas se hacían en honor de Baco y de Venus.

A juzgar por las pinturas de Pompeya, las bailarinas de profesión, que eran alquiladas para divertir a los convidados durante los festines, vestían amplias túnicas de gasa que velaban apenas su voluptuosa desnudez; y en la época del Imperio romano bailaban completamente desnudas, lo cual conviene con la reputación de su mala vida, causa del anatema que sobre ellas lanzaron los Padres de la Iglesia. La mayor parte de las bailarinas de profesión eran originarias del Asia Menor.

Jenofonte describe la danza que ejecutó su armada después de la retirada de los Diez mil; los tracios bailaron armados al compás de la flauta. El más primitivo de los bailes griegos, la gnossiana, ejecutábase en corro al rededor de los altares y de las víctimas. La danza pírrica, que en algunas localidades de la Grecia se consideraba como preparación al ejercicio de las armas, solían ejecutarla mujeres solas después de los festines; tal costumbre estuvo muy en boga en Atenas, hasta que tomando cierto carácter teatral y poco después licencioso, vino a ser una danza tan sólo ejecutada por cortesanas.

Volver a BAILE – Inicio