Archivo de la categoría: Astronomía

ASTRONOMÍA

Del griego, astro y ley.

Ciencia que trata de cuanto se refiere a los astros, y principalmente a las leyes de sus movimientos.

ASTRONÓMICO: Perteneciente o relativo a la Astronomía.

ASTRÓNOMO: El que conoce la Astronomía y la practica, bien observando, ya calculando, ora enseñando.

ASTROMETRÍA: Arte de medir por medio del astrómetro los diámetros aparentes de los astros y las distancias angulares de las estrellas próximas: es voz muy poco usada.

ASTRÓMETRO: Instrumento muy poco usado en Astronomía, destinado a medir distancias de estrellas, cuando cabían en el campo visual, diámetros de planetas, distancias de cuernos en los eclipses, etc.; en su lugar se emplea ahora el heliómetro, el micrómetro de posición y otros aparatos.

ASTROLABIO: Antiguo instrumento de metal, cartón, madera o vitela, esférico o plano, en que estaba representada la esfera del firmamento, con las principales estrellas, y el cual tenía además limbos o armellas graduadas, y alidadas con pínulas, para observar las alturas, lugares y movimientos de los astros.

* El concepto de astronomía
* División de la astronomía según la época
* División de la astronomía según la ciencia
* Naturaleza de la astronomía
* División natural de la astronomía
* División de la astronomía según las clases de cuerpos celestes
* Procedimientos de la ciencia astronómica
* Caracteres generales de la ciencia astronómica
* La astronomía y las leyes de la naturaleza
* Historia de la astronomía hasta la escuela de Alejandría
* Astronomía china
* Astronomía caldea
* Astronomía egipcia
* Astronomía india
* Semejanzas entre la astronomía india y griega
* Relaciones entre la astronomía india y griega
* Primeros estudiosos de la astronomía griega antigua
* La escuela pitagórica en la astronomía griega
* La escuela atomista en la astronomía griega
* La astronomía griega de Euxodio de Cuido
* Duración de los años en Grecia basados en los estudios astronómicos
* La astronomía en la escuela de Alejandría
* La astronomía griega en tiempos de la escuela de Alejandría
* Hiparco, gran astrónomo de la antigüedad
* Principales descubrimientos astronómicos de Hiparco
* La astronomía entre Hiparco y Ptolomeo
* La obra astronómica de Ptolomeo
* La astronomía árabe y china en el siglo VIII
* Obra de Copérnico en la astronomía
* Las leyes de Kepler y otros adelantos en astronomía
* La astronomía en épocas de Newton
* La astrofísica y la astronomía de posición
* Nacimiento de la astronomía física
* Los modernos telescopios en astronomía
* Aplicaciones de la fotografía en la astronomía
* La fotografía de los astros en la astronomía
* Interpretación de las observaciones astronómicas
* La fotometría aplicada a la astronomía
* Los modernos descubrimientos en astronomía
* Uso del astrolabio en astronomía

El concepto de astronomía

En su más amplio sentido comprende la astronomía todos los conocimientos relativos a los cuerpos celestes, a sus movimientos y distribución en el espacio, a sus distancias mutuas, a sus formas y a su constitución física y química.

Dice Laplace que de todas las ciencias naturales, la astronomía es la que ofrece una sucesión más uniforme en el orden de los descubrimientos; y la diferencia que existe entre la simple ojeada del cielo, siquiera sea la del sabio, y la contemplación general en que hoy día se abrazan los estados pasados y futuros del sistema del mundo, es verdaderamente inmensa; pero para llegar a ella ha sido menester observar los astros durante muchos siglos; reconocer en sus aspectos los movimientos reales de la Tierra, elevarse a las leyes de los movimientos planetarios, y de estas leyes al principio de la gravitación universal, para ocuparse luego de la explicación completa de todos los fenómenos celestes hasta en sus más minuciosos detalles.

En su clasificación de los conocimientos humanos, considera Ampére la astronomía como ciencia de primer orden, con el nombre de uranología, perteneciente a la rama de las ciencias matemáticas, subdivisión de las ciencias físico-matemáticas.

Así como en la Mecánica sólo se consideran los movimientos posibles, trata la uranología de los movimientos efectivos, ya aparentes, ya reales, de las esferas diseminadas por el espacio, y de las fuerzas que determinan estos movimientos.

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División de la astronomía según la época

Se divide la astronomía en cuatro partes, que corresponden a las cuatro principales épocas de grandes esfuerzos por los cuales penetro el genio del hombre los misterios del cielo, y son: Uranografía, Heliostática, Astronomía y Mecánica celeste.

Trata la Uranografía de cuanto constituye el espectáculo que ofrece el cielo a la observación inmediata; describe los grupos de estrellas llamados constelaciones, el movimiento diurno común a todos los astros, el movimiento anuo del Sol, la inclinación de la eclíptica, la manera que tiene esta inclinación de producir la desigual duración de los días y las noches y todas las vicisitudes de las estaciones; estudia el movimiento de los planetas, de la Luna y de las fases de ésta, y con auxilio del telescopio observa las manchas del Sol, los diversos accidentes que ofrecen el disco lunar y los planetarios, sus variadas fases, etc., etc.

La Heliostática tiene por objeto explicar todos los aspectos celestes demostrando que resultan de los movimientos reales de la Tierra sobre su eje, de la Tierra y los planetas alrededor del Sol, suponiendo este último inmóvil en el centro del sistema planetario.

El estudio de las leyes de Kepler y de los procedimientos que sirven para dar a las observaciones astronómicas toda la perfección de que sean susceptibles, forma la tercera división de la Uranología a la que Ampere reserva el nombre de Astronomía (leyes de los astros).

Por último, la Mecánica celeste nos enseña cómo la atracción, fuerza inherente a todas las partículas de la materia, produce los movimientos celestes; nos indica la causa de las desigualdades planetarias y nos facilita los medios de calcularlas.

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División de la astronomía según la ciencia

M. M. Frauson y Reynaud dividen le Astronomía en elemental, sistemática y física.

La elemental corresponde a la Uranografía de Ampere.

La sistemática es la reunión y metodización de los elementos recogidos por la observación inmediata o ciencia de los movimientos reales deducida de las movimientos aparentes: a esta rama corresponden las tentativas de explicación de Ptolemeo y Tycho-Brahe, de igual manera que la teoría de Copérnico; también comprende el estudio de las teorías de Kepler, que sólo arbitrariamente pueden separarse de la helióstatica: en efecto, de una parte, la ciencia del movimiento real requiere para su perfección el establecimiento riguroso de las leyes de este movimiento; de otra, puede considerarse la teoría de Copérnico como un primer esbozo de las leyes de los astros, perfeccionado luego por Kepler combinando y sistematizando los resultados de la observación.

La consideración de las causas origina la tercera rama de la Astronomía, o Astronomía física (Astrofísica).

Créese asimismo en la posibilidad de constituir andando el tiempo una cuarta rama de la ciencia astronómica, la Astronomía teleológica, que tuvo Kepler por objeto constante de sus trabajos y que aun creía haber fundado, que debe revelarnos las razones de armonía, las condiciones de analogía, los fines providenciales y la elección de los elementos numéricos de cada sistema.

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Naturaleza de la astronomía

Para formarse una idea exacta y general de la naturaleza y composición de la Astronomía, dice Comte, es indispensable, saliendo de las definiciones vagas que se dan habitualmente, empezar por circunscribir con exactitud el verdadero campo de los conocimientos positivos que podemos obtener acerca de los astros. Procede a esta limitación el fundador de la Filosofía positiva, haciendo notar que entre los tres sentidos propios para permitirnos distinguir la existencia de los cuerpos lejanos, el de la vista es evidentemente el único de que podemos servirnos en las investigaciones astronómicas.

No sería posible que existiese la Astronomía con especies ciegas, por inteligentes que quisiéramos suponerlas; y para nosotros mismos, los astros obscuros, que son quizás más numerosos que los visibles, dejan de ser objeto de estudio real, puesto que sólo por inducción podemos sospechar su existencia: toda observación que en ultimo extremo no sea reductible a simples observaciones visuales, nos es, pues, imposible respecto de los astros, que, por esta razón, de todos los seres naturales son los que con relaciones menos variadas podemos conocer.

Concebimos la posibilidad de determinar sus formas, distancias, magnitudes y movimientos; pero nunca sabremos estudiar por ningún procedimiento su composición química o su estructura mineralógica, y a mayor abundamiento, la naturaleza de los cuerpos organizados que viven en su superficie: en una palabra, nuestros conocimientos positivos respecto de los astros están necesariamente limitados a los fenómenos geométricos y mecánicos únicamente, sin poder abrazar las demás investigaciones físicas, químicas y fisiológicas, que se efectúan en los demás seres accesibles a todos nuestros diversos medios de investigación.

A estas consideraciones puede objetarse desde luego, de un modo general, que es pretensión muy peregrina la de querer fijar en cualquiera ciencia el límite de lo accesible y de lo inaccesible, diciendo a los esfuerzos y a las esperanzas: “hasta aquí podréis llegar; pero de tal punto no pasaréis”.

Por lo demás fácil es comprender que lo que limita nuestro conocimiento en lo relativo a los astros no es el empleo forzoso y único del sentido de la vista en las investigaciones astronómicas, sino la insuficiente perfección de este sentido: no nos muestra la vista tan solo las formas, magnitudes, distancias y movimientos; también por ella percibimos los fenómenos de coloración, y estos son, precisamente, de naturaleza adecuada para traducir ante nuestros ojos la composición química de los cuerpos.

Sabido es que el análisis espectral ha dado el mentís más completo a Augusto Comte, y que gracias a tan hermoso descubrimiento ha salido la Química de los límites en que la contenía la necesidad de tocar los cuerpos para determinar su naturaleza: ha seguido al astrónomo en el cielo y el espectro solar se ha convertido en testigo de la constitución química de la atmósfera solar y de las estrellas.

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