Del latín, architectura.

Arte de proyectar y construir edificios.

ARQUITECTÓNICO: Perteneciente o relativo a la arquitectura.
ARQUITECTO: El que profesa o ejerce la arquitectura.
ARQUITECTOR: Antiguamente, arquitecto.

* La arquitectura como parte de las Bellas Artes
* Arquitectura e ingeniería
* Divisiones de la arquitectura
* Estilos arquitectónicos basados en el macizo y la columna
* Estilos arquitectónicos basados en el arco
* La arquitectura desde el siglo XVI
* Arquitectura teórica y práctica
* Arquitectura legal
* Arquitectura civil
* Arquitectura doméstica
* Arquitectura religiosa
* Arquitectura urbana y rural
* Arquitectura hidráulica
* Arquitectura militar y naval
* Arquitectura policroma
* Arquitectura megalítica, prehistórica o ciclópea
* Arquitectura egipcia
* Arquitectura asiria
* Arquitectura india
* Los templos en la arquitectura india
* Los edificios en la arquitectura india
* Arquitectura americana
* Arquitectura china
* Arquitectura de Asia Menor
* Arquitectura griega
* El arte en la arquitectura griega
* Arquitectura romana
* Bóvedas y arcos en la arquitectura romana
* Arquitectura latina
* La sencillez de la arquitectura latina
* Arquitectura persa
* Arquitectura bizantina
* Los templos cristianos en la arquitectura bizantina
* Formas decorativas en la arquitectura bizantina
* Influencia de la arquitectura bizantina en Europa
* Arquitectura árabe
* La arquitectura árabe en España
* Arquitectura árabe granadina
* Arquitectura mixta cristiana y mahometana
* Arquitectura románica
* Los adornos en la arquitectura románica
* Desarrollo de la arquitectura románica en Europa
* Arquitectura ojival
* Las formas en la arquitectura ojival
* Orígenes de la arquitectura ojival
* Arquitectura del Renacimiento
* La arquitectura renacentista en España
* Arquitectura renacentista greco-romana
* Arquitectura churrigueresca
* Consecuencias en la arquitectura del churriguerismo
* Arquitectura de la restauración

Fundada en los principios y teorías más elementales de la Física, ayudada en su desenvolvimiento con los poderosos recursos de la Matemática, y regida en sus concepciones por las sublimes enseñanzas de la Estética, la Arquitectura es a un tiempo arte bella y arte útil, y es el ramo de la humana actividad que más se asemeja en su modo de ser a la Naturaleza por la admirable armonía con que funde todos los elementos del saber, para satisfacer a un tiempo a la razón y al sentimiento.

En cuanto el hombre ejecuta se encuentra, como en la Arquitectura, ciencia en los principios, mecanismo en la producción, belleza en el resultado; pero por lo general predomina alguno de estos componentes de tal modo, que deja oscurecidos a los demás.

Así en los estudios matemáticos apenas se ve otra cosa que el elemento científico y que lo absorbe todo; en la Pintura o Estatuaria brilla exclusivamente el efecto estético; las tareas de los menestrales se hallan reducidas a rutinarias prácticas.

Por eso es la Arquitectura el modelo más acabado de todas las artes, y aquella cuya comprensión es más vasta; y lejos de imitar a la Naturaleza, como por mucho tiempo se ha pretendido, se vale de las leyes naturales, recta y diestramente interpretadas, para crear lo que en la Naturaleza no existe y reclaman las necesidades materiales e intelectuales del hombre.

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En su sentido más lato, la Arquitectura comprende cuanto se refiere a la construcción en toda su generalidad, o sea al arte de emplear los materiales utilizando su resistencia. Pero los inmensos progresos realizados con el tiempo, así en los medios de producción como en la cantidad y diversidad de obras demandadas, ha dividido la profesión en varios ramos, reservando el nombre especial de Arquitectura al arte de construir los edificios habitables y sus análogos derivados, y dando el de Ingeniería a las profesiones diversas cuyo principal objeto se dirige a la actividad industrial.

Tan íntimamente ligadas se hallan en su esencia esas dos ramas principales, que muchos de los adjetivos que hoy se aplican a la Ingeniería se unían antes, sin protesta ni violencia, a la Arquitectura, que se decía militar, naval o hidráulica, dejando el nombre de civil a la que llamamos propia o propiamente dicha.

Rivalidades profesionales y preocupaciones de educación quieren señalar división profunda entre la Arquitectura y la Ingeniería, asignando a aquélla una misión, puramente artística y a ésta un carácter exclusivamente científico.

Mas yerran, sin duda, quienes olvidan que los fundamentos de la Arquitectura se hallan en el conocimiento y combinación de las fuerzas naturales, y que si la obra del ingeniero no satisface el fin estético, no es merecedora de aprobación ni aplauso.

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Los innumerables calificativos que la Arquitectura recibe corresponden a los diversos aspectos con que se la considera.

Atendiendo a los procedimientos de su estudio se ha llamado Arquitectura teórica al conjunto de enseñanzas matemáticas, físicas, naturales, estéticas e históricas que forman la parte especulativa; Arquitectura práctica, al estudio de las artes mecánicas que concurren a la edificación; y Arquitectura legal, al conocimiento de las leyes y reglamentos que rigen la propiedad urbana y la profesión del constructor.

Por la aplicación de la obra realizada, la Arquitectura se divide en géneros que la denominan monumental, religiosa, doméstica, rural, etc. Las condiciones y aspecto de cada composición caracterizan, a primera vista, el género a que un edificio pertenece; pero muy pocas de esas condiciones tienen en sí la cualidad de despertar ideas determinadas y precisas acerca del destino de la obra o del pensamiento que la ha engendrado, pues por lo común el efecto que producen en nosotros los monumentos es debido tan sólo a una asociación de ideas, dentro de un cierto sentido vago e indeterminado, como el de la música, arte que realiza en el tiempo y con el movimiento lo que la Arquitectura en el espacio y con el equilibrio.

Esta indeterminación del problema arquitectónico ha conducido a diversas combinaciones para producir el mismo resultado, y de ahí los distintos estilos que han caracterizado las diferentes épocas de la historia del arte.

Para clasificar debida y metódicamente esos estilos se debe atender a los elementos primordiales de la construcción, que pueden reducirse a tres: el macizo, la columna y el arco.

Ninguno de los tres elementos puede señalarse origen fijo ni filiación conocida; todos se encuentran cada vez en monumentos más antiguos, y su orden de precedencia, cualquiera que sea, no importa para la cuestión presente: lo que caracteriza los estilos no es la presencia de ninguno de los tres elementos, sino aquel que entra como base fundamental de la composición.

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El macizo ha entrado en las composiciones arquitectónicas desde los sencillos túmulos de los primitivos guerreros. Arrancando de las canteras grandes piedras, con poca o ninguna labra colocadas en obra, se erigieron en tiempos anteriores a la historia escrita los monumentos informes que constituyeron la Arquitectura megalítica, llamada comúnmente céltica, por haberla estimado privativa de los celtas, y poniendo esas masas en hiladas irregulares como gigantesca mampostería, se construyeron en tiempos, asimismo remotísimos, las portentosas murallas que pareciendo obra de los titanes de la fábula se han llamado ciclópeas, y pelásgicas por quienes las han atribuido a los primeros pobladores conocidos de la Grecia.

Los estilos de Arquitectura nacidos de la idea fundamental del macizo, aun cuando no han podido desarrollarse sin admitir sucesivamente los demás elementos, han conservado su primitivo carácter de estabilidad y solidez excesiva en las formas exteriores.

Sobresale entre todas, por su antigüedad incontestable, la Arquitectura egipcia en su parte monumental, pues en las construcciones domésticas dominaba un principio completamente opuesto, análogamente a lo que sucede en la Arquitectura china.

Nacida la Arquitectura india en los mismos principios, ha tenido la fortuna de vivir hasta nuestros días a través de transformaciones sucesivas que nuevas razas y distintas religiones han producido en ella.

Bien al contrario, la Arquitectura americana desaparece repentinamente cuando la invasión de las razas europeas corta el curso de la civilización indígena, y sus restos muestran un estilo en que, como en Egipto, domina sobre todo la idea de la solidez del macizo.

La Arquitectura asiria parece procedente de un sistema análogo en sus primeros tiempos, pero pronto se ve influida por la presencia de la columna, y con ella el arte marcha rápidamente a su desarrollo con particular fisonomía, mucho más marcada en la Arquitectura persa que le sucede inmediatamente, y en la cual la introducción y uso preferente de la cúpula acaba de producir un estilo original y de grande influencia algo más tarde en Europa.

Como fundada esencialmente en el uso de la columna, sin que se le pueda señalar ascendencia cierta en ningún otro estilo, se manifiesta desde remotos tiempos la Arquitectura griega, madre y raíz de las occidentales, y tipo acabado de belleza y de inspiración artística.

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