Archivo de la categoría: Aristocracia

ARISTOCRACIA

De igual voz griega.

Gobierno en que solamente ejercen el poder las personas más notables del Estado. || Clase noble de una nación.

Por extensión, clase que sobresale entre las demás de una misma especie por alguna circunstancia; como cuando se dice: aristocracia del saber; aristocracia del dinero; aristocracia pesetera, etc.

ARISTÓCRATA: Individuo de la aristocracia. || Partidario de la aristocracia. || Aristocrático.

ARISTOCRÁTICO: Perteneciente o relativo a la aristocracia.

* La aristocracia en la política
* Orígenes de la aristocracia
* Aristocracia de raza
* Aristocracia territorial y de familia
* Las nuevas aristocracias
* Fundamentos de la aristocracia
* Méritos y defectos de la aristocracia
* La aristocracia como forma de gobierno
* La aristocracia como clase social
* Decadencia de la aristocracia
* La aristocracia en Grecia
* La aristocracia en Roma
* La aristocracia durante la Edad Media
* La aristocracia en Europa
* Primeras aristocracias en España
* La aristocracia en Castilla y Aragón
* La aristocracia en Navarra
* La aristocracia en las provincias vascongadas
* La aristocracia en Cataluña
* La aristocracia en Valencia
* La aristocracia en tiempos de los Reyes Católicos

La aristocracia en la política

Considerada etimológicamente, la palabra aristocracia significa gobierno de los mejores.

En tal sentido la estudió Aristóteles, según veremos después, y a su ejemplo otros muchos ilustres pensadores. Por esta razón se la ha definido como gobierno de todas las superioridades de un país y se habla de tantas clases de aristocracias cuantos son los diversos criterios que se han adoptado para determinar esta superioridad de la vida social.

De aquí las aristocracias hereditarias, ideocráticas, senatoriales, hierocráticas, militares, territoriales y plutocráticas, basadas respectivamente en los vínculos de la sangre, en el prestigio del talento, en el respeto a una edad avanzada, en el predominio del sacerdocio, en el poder de la fuerza armada o en el influjo de la riqueza.

Pero con más frecuencia se aplica el nombre de aristocracia a la clase social constituida por el nacimiento en el estado de privilegio.

La ciencia moderna, procediendo con el debido método, distingue la aristocracia, como forma especial de gobierno, de la aristocracia como clase social.

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Orígenes de la aristocracia

Sea cual fuere el sentido de esta palabra, conviene, ante todo, averiguar cómo han aparecido en la historia las aristocracias.

El principio esencial de las mismas se encuentra en la desigualdad que la naturaleza establece entre los hombres, que, aun teniendo todos las mismas facultades, no las poseen en igual grado de desarrollo. A estas desigualdades se agregan las nacidas de la organización social.

La humanidad ha reconocido desde lejanos días la superioridad de la fuerza física, de la inteligencia, del carácter y de los recursos. Pero como en los pueblos de la edad antigua la naturaleza se sobrepuso al espíritu, y como, en general, en las épocas de inferior cultura es la fuerza material la que de un modo más poderoso y directo hiere las imaginaciones, las primeras aristocracias fueron, como debían ser, la consecuencia del imperio de la fuerza, el resultado de la victoria o de la conquista.

El vencedor disponía, como de cosa propia, de las personas y bienes de los vencidos, que ora quedaban, con su posteridad, reducidos a la esclavitud, ora se conservaban en un lugar inferior y despreciado dentro de las categorías sociales. Si un pueblo triunfaba en sus luchas con otro y ocupaba su territorio, se establecía en el nuevo país con la consideración de raza superior única dueña del poder y de los más amplios derechos, sin que se mezclara con la raza sometida, existiendo así una aristocracia de raza. Las naciones que han conocido las castas han vivido con diversidad de razas.

Esta diversidad ha sido formada con excesiva dureza por las creencias religiosas. Sirvan de ejemplo la antigua India, el Egipto y Esparta.

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Aristocracia de raza

Examinando los orígenes de los demás pueblos, hallaremos casi siempre una aristocracia de raza.

Es verosímil que los patres romanos fuesen los descendientes de las bandas de conquistadores que llegaron con Rómulo.

Tras las invasiones de los bárbaros, las naciones modernas crearon de igual manera sus aristocracias. Los germanos, los francos, los godos, los lombardos y los vándalos tomaron una parte de las tierras, y junto a la anterior sociedad, instalaron otra guardadora del poder, dueña de los privilegios y de la fuerza.

En días más cercanos, nuestros compatriotas y los portugueses formaron en sus colonias unas como aristocracias de razas, ocurriendo algo semejante en las posesiones de Holanda, Francia e Inglaterra.

No a otra causa se debe, por lo menos en parte, el prejuicio que atribuye a los blancos una superioridad nativa sobre los mestizos y negros y la consideración de que actualmente gozan nuestros peninsulares en las colonias españolas de Oceanía, consideración espontáneamente tributada por los naturales de aquellas islas.

Existen, pues, las aristocracias de raza en el origen de los pueblos.

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Aristocracia territorial y de familia

Por regla general, excepción de los países organizados como India, Egipto y Esparta, el recuerdo de la conquista se extingue pasados algunos siglos. Las familias se multiplican y dividen. Las circunstancias dan ingreso en la aristocracia a personas extrañas a la misma por el nacimiento; acaso a varios de los vencidos que se han rehabilitado por la fortuna, el carácter, el talento o los servicios personales.

La aristocracia no es ya solamente distintivo de origen; denota también posesión, dominio y patrimonio de tierras, como último vestigio de las ventajas de la conquista que realizaron sus abuelos. Poco a poco y de esta suerte se va formando en los pueblos que sufrieron conquistas, una aristocracia territorial.

Esta es la que aparece en Atenas en tiempos lejanos, y en Roma en los primeros siglos de su historia. Esta es la que en Europa creó el feudalismo y la que en Inglaterra sucedió a la aristocracia de raza.

Pero una y otra nacieron, como se ha visto, de la conquista, de lo que por el derecho de la fuerza han transmitido los padres a los hijos. Una y otra menosprecian a los vencidos, considerándose sus miembros como seres de naturaleza superior y de origen más noble que el resto de los hombres. Dominado el pueblo por la autoridad de los que así le tratan, deslumbrado con el espectáculo de los recursos y de las fuerzas de sus señores, que perseveran en el mantenimiento del espíritu de familia y de la tradición, llega a creer a los que le dicen que por ley de herencia los aristócratas transmiten a sus hijos su fuerza personal, su carácter, su inteligencia, y admite la existencia de familias cuya superioridad es un privilegio de la sangre.

Los nacidos en el seno de estas familias son los únicos aristócratas. Los demás hombres son plebeyos, siervos, etc. Aquéllos ejercen el poder, administran justicia, tienen derecho a usar las armas nobles, no satisfacen impuestos, y en suma, disfrutan de inmensos privilegios y constituyen la aristocracia de familia.

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