Del latín, aranea.

Animal articulado con ocho pies, ocho ojos en la parte anterior de la cabeza y dos brazuelos o tenacillas, y el cual forma un tejido de hilos sumamente delgados, por medio de una sustancia viscosa que despide por unos órganos ventrales llamados hiladoras.

— Especie de candelero o lámpara de cristal, metal o otra materia, con varios brazos y luces, que, pendiente del techo, sirve para alumbrar las estancias.

— Arañuela, planta.
— Red para cazar pájaros.
— En Méjico, mujer pública.
— Figurativa y familiarmente, persona muy aprovechada y vividora.

— En artillería militar, conjunto de galerías y ramales de mina que en planta y dibujo imitan el insecto de igual nombre. Es palabra tomada del francés.

— En maquinaria, muñón de hierro de cuatro brazos que se adaptan a los extremos de los ejes de las ruedas hidráulicas.

— En la marina, trozo de madera de figura prolongada, con muchos agujeros por donde pesan cuerdas delgadas, y el cual sirve para que no se enrede o embarace la vela con los cabos que guarnecen el palo o árbol de la nave.

ARAÑA DE AGUA: Insecto, por otro nombre escribano del agua o tejedera.
ARAÑA DE MAR: Cangrejo de mar, cuyo carapacho es más o menos redondo y está cubierto de púas.

ARÁCNIDO: Se dice de los animales articulados, sin antenas y con respiración pulmonar o traqueal, cuatro pares de pibe, y la cabeza y el tórax, y a veces también el abdomen, confundidos.

ARAÑAR: Raspar, rasgar, herir ligeramente el cutis con las uñas, un alfiler u otra cosa. || En algunas cosas lisas, como la pared, el vidrio, el metal, etc., hacer rayas superficiales, especialmente de resultas de frotar contra ellas algún objeto áspero.

Figurativa y familiarmente, recoger con mucho afán, de varias partes y en pequeñas porciones, lo necesario para algún fin. || Tocar mal un instrumento de cuerdas; rascar.

ARAÑAZO / ARAÑO: Rasguño, herida ligera hecha en el cutis con las uñas, un alfiler, u otra cosa. || Figurativa y familiarmente, indirecta picante.

ARAÑADOR: Que araña.
ARAÑAMIENTO: Acción, o efecto, de arañar o arañarse.
ARAÑENTO: Antiguamente, perteneciente a la araña.

ARAÑA, ¿QUIEN TE ARAÑÓ? OTRA ARAÑA COMO YO: Refrán, ese es tu enemigo, el que es de tu oficio.

PICÓME UNA ARAÑA, Y ÁTEME UNA SÁBANA: Refrán, poco mal, y bien aquejado.

* Los aracnóideos
* Detalles característicos de los aracnóideos
* Organización interna de los aracnóideos
* Reproducción de los aracnóideos
* Alimentación de los aracnóideos
* Los arácnidos o araneidos
* Las arañas en la historia y la mitología
* Las arañas en zoología
* El abdomen de las arañas y el aparato hilador
* El sistema nervioso y los ojos de las arañas
* Sistema digestivo y circulatorio de las arañas
* Arañas machos y hembras
* Desarrollo de los huevos de las arañas
* Las telas de araña
* Las arañas, sus nidos y sus crías
* Géneros de arañas
* Las arañas en la medicina
* Picadura de araña

Animales que constituyen la segunda clase de la rama o tipo de los articulados, quinta del reino animal, según la moderna clasificación. Los caracteres con que se designa o distingue a esta clase son: artrópodos o articulados, traqueados, desprovistos de alas, con un cefalotórax, dos pares de mandíbulas, cuatro pares de patas y un abdomen ápodo.

Los aracnoideos presentan tres grandes variaciones en la forma general del cuerpo. El tórax y la cabeza se hallan confundidos de tal manera que entre los dos forman un corto cefalotórax: esto ocurre en la inmensa mayoría de las especies, exceptuándose de esta regla solamente dos o tres. El abdomen, por el contrario, cambia mucho y se hallan muy grandes diferencias respecto a él.

En los arácnidos o verdaderas arañas es grueso, globuloso, sin divisiones, y se halla unido al cefalotórax por medio de un corto pedículo; en los escorpiones, por el contrario, el abdomen se prolonga, es bastante estrecho y se halla articulado con el cefalotórax en toda su anchura; se halla dividido en dos partes, un preabdomen, ancho y compuesto de varios anillos distintos, y un postabdomen estrecho, largo, anillado también y muy movible.

En los ácaros, el abdomen no se halla anillado, pero está confundido completamente con el cefalotórax.

Los pentastómidos por su parte tienen tal estructura de cuerpo, que se parece a la de un gusano que se hallara provisto de dos pares de ganchillos colocados simétricamente en la parte anterior, haciendo el papel de miembros; éstos han sido clasificados por las razones que se acaban de exponer, entre los gusanos intestinales con el nombre de linguátulos, atendiendo para ello, a la vez que a su forma, a su parasitismo; pero el examen detenido ha disipado este error, colocándolos en el lugar que verdaderamente les corresponde.

La clase de los aracnóideos comprende nueve órdenes, que son: linguatúliclos, acarinos, tardígrados, arácnidos o araneidos, falángidos, pedipalpos, escorpidnidos, pseudoescorpiónidos y solífugos.

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Un detalle característico de los aracnóideos es la marcada reducción de la región cefálica a la cual pertenecen dos pares de miembros que funcionan como piezas bucales. Todavía no ha podido determinarse con seguridad si el primer par de los citados apéndices corresponde morfológicamente a las antenas, o bien si, como asegura Erichson, corresponde a las mandíbulas de los insectos y crustáceos.

La primera opinión se apoya en el origen de los nervios que se encuentran en dichos apéndices. Éstos constituyen, unas veces, una pinza o tenaza didáctila formada por una prolongación de la penúltima articulación y por el artejo terminal que puede moverse libremente; otras veces forman una especie de garra, cuando la articulación terminal está simplemente curvada, y la precedente no se prolonga; también pueden constituir una especie de estiletes contenidos en un tubo formado por los miembros siguientes.

Los apéndices cefálicos del segundo par, o mandíbulas, se componen de una articulación basilar en forma de lámina, que lleva un palpo maxilar muy semejante a una pata. Este palpo termina unas veces en una garra, otras en una especie de mano con dos dedos conformados a manera de tenaza o pinza, y otras se halla desprovisto de garra.

Por regla general existe entre las articulaciones basilares de las mandíbulas una pieza impar que hace las veces de labio inferior. Los cuatro pares de miembros que siguen a los ya citados y que pertenecen al tórax, son las patas motoras; el primer par de estos miembros, casi siempre de diferente conformación que los restantes, se prolonga a veces a la manera de un palpo y hasta puede funcionar con su articulación basilar como una mandíbula. Las patas se componen de seis o siete articulaciones a las que se ha dado el mismo nombre que llevan las de los insectos.

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La organización interna de los aracnóideos presenta un número de modificaciones excesivo.

El sistema nervioso está generalmente formado por una masa ganglionar, colocada, unas veces encima del esófago, y otras debajo; el cerebro, a veces no está representado más que por una pequeña faja transversal colocada sobre el esófago. Generalmente el cerebro se halla separado de la cadena ventral; ésta presenta señales de un desenvolvimiento muy diverso. En algunas familias se ha demostrado la existencia de nervios viscerales.

Los órganos de los sentidos están generalmente menos desarrollados que en los crustáceos. La vista se halla representada por ojos más o menos grandes, que carecen en todos los casos de córnea de facetas, inmóviles, simples, y cuyo número varía entre dos y doce, colocados simétricamente en la cara superior del cefalotórax. De los órganos auditivos nada se puede decir, pues a pesar de las minuciosas investigaciones que se han llevado a cabo no se han podido descubrir. Los del tacto, en cambio, se hallan repartidos en muchas partes, llenando estas funciones los palpos maxilares y las extremidades de los miembros; en algunos aparecen en la base del abdomen unos apéndices especiales en forma de peine, que constituyen otros nuevos órganos de tacto, particularmente en unos pequeños muñones de que se hallan provistos.

El canal digestivo se extiende en línea recta desde la boca hasta la extremidad posterior del abdomen, y que se halla dividido en un estrecho esófago y un ancho intestino que por regla general está provisto de sacos laterales. Anejas al tubo digestivo se hallan las glándulas salivares; en los escorpiones y las arañas se ve un hígado formado por gran número de tubos ramificados; también se ven algunas veces, aunque muy pocas, en la extremidad del intestino, los canales de Malpighi u órganos urinarios.

Los aparatos de circulación y respiración presentan también diferentes grados de desarrollo muy diverso y no faltan absolutamente más que en los acarinos inferiores. El corazón está situado en el abdomen; tiene la forma de un vaso dorsal y prolongado, está dividido en varias cámaras o cavidades y provisto de aberturas laterales que dan entrada a la sangre; algunas veces presenta aortas simples o ramificadas en la extremidad anterior y en la posterior, y en los escorpiones además existen arterias laterales.

Los órganos respiratorios son unas cavidades llenas de aire que unas veces tienen la forma de tubos arborescentes (traqueas), y otras de láminas ahuecadas (pulmones), colocadas en gran número, al lado las unas de las otras, como las páginas de un libro, presentando el conjunto de todas ellas el aspecto de un saco. Estos espacios llenos de aire, se mantienen constantemente abiertos por una membrana quitinosa interna, de tal manera, que el aire puede penetrar en las tráqueas o en los pulmones por unas aberturas (estigmatos), colocadas en la parte anterior del abdomen, y extenderse hasta las ramificaciones más distantes.

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Todos los aracnóideos, exceptuando a los tardígrados que son hermafroditas, presentan bien marcada la separación de sexos.

Los machos tienen algunos caracteres exteriores especiales, por los que con facilidad puede distinguírseles de las hembras, como son, por ejemplo: su talla mucho más pequeña, la presencia de los órganos de fijación, o el mayor tamaño y conformación de determinados miembros. Los órganos genitales se componen casi siempre de tubos testiculares, que en todos los casos se hallan en número par, y de los que parten dos canales diferentes que, por regla general, antes de desembocar en un orificio común, o por orificios distintos, a la base del abdomen, reciben los canales excretores de las glándulas accesorias. Generalmente no existen órganos de copulación anejos a las aberturas sexuales, mientras que los miembros que más alejados se encuentran de ellas (en los arácnidos, los palpos maxilares) pueden servir durante el apareamiento para transportar la esperma.

Los órganos genitales de la hembra consisten igualmente en glándulas pares, generalmente agrupadas y provistas de dos oviductos que, antes de desembocar en la parte anterior del abdomen, ordinariamente por un orificio común, se ensanchan de modo que constituyen un receptáculo seminal que comunica con las glándulas accesorias.

Algunos aracnóideos son vivíparos, si bien se encuentran en un número muy reducido (esciorpones y acarinos ovovivíparos); pero la mayor parte de ellos ponen huevos que llevan consigo en unas bolsas especiales, hasta el momento en que los pequeños abandonan su envoltura. Por regla general, los pequeños cuando acaban de nacer presentan ya la figura del animal adulto; sin embargo, en la mayor parte de los acarinos, les faltan dos patas, y aun las cuatro alguna vez, no apareciendo hasta después de verificadas las mudas. Solamente un corto número de especies sufren verdadera metamorfosis.

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