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AMONIACO

Gas compuesto de nitrógeno e hidrógeno que sirve de base para la formación de sales con los ácidos.

AMONIACAL / AMÓNICO: Lo perteneciente al amoniaco, o que tiene las propiedades del amoniaco.

* Características del amoniaco
* Obtención del amoniaco
* Usos y aplicaciones del amoniaco
* Efectos fisiológicos y usos terapéuticos del amoniaco
* El amonio
* Sales amoniacales
* Sales amoniacales de arsénico
* Sales amoniacales de boro y bromo
* Sales amoniacales de cloro
* Sales amoniacales de flúor
* Sales amoniacales de fósforo
* Sales amoniacales de iodo
* Sales amoniacales de nitrógeno
* Sales amoniacales de selenio
* Carbonatos amónicos
* Cloruro amónico o sal amoniaco
* Cianuro amónico
* Sulfato e hiposulfato amónicos
* Sulfito e hiposulfito amónicos
* Sulfuros amónicos
* Telurato y telurito amónicos
* Goma amoniaco
* Amoniemia
* El amonímetro

Características del amoniaco

Este cuerpo que en estado puro fue descubierto por Kunckel en 1612, se ha conocido en estado impuro y en el de combinación desde tiempos muy remotos.

Su fórmula atómica es NH3, y su equivalente 17. Ha recibido también los nombres de álcali volátil, gas amoniaco, aire alcalino, nitruro de hidrógeno, nitruro trihídrico e hidramida.

Es un gas de olor característico y penetrante que excita el lagrimeo; es incoloro; su densidad a 0° es 0,591; se liquida a 40° bajo cero, a la presión ordinaria; y a +10°, a seis atmósferas y media, y se solidifica a —75° a la presión de 30 atmósferas.

Es muy soluble en el agua que absorbe hasta 800 volúmenes de este gas a la temperatura de 0°. Esta disolución lleva vulgarmente el nombre de amoniaco líquido, y es el estado en que más se emplea el amoniaco. Pero el verdadero amoniaco líquido es el que se obtiene liquidando el gas amoniaco por medio de gran presión y enfriamiento.

En presencia de la humedad es un álcali muy enérgico, a cuya circunstancia y a la de ser gaseoso debe el nombre de álcali volátil.

Restablece el color azul de la tintura de tornasol enrojecida por un ácido, y neutraliza los ácidos más enérgicos.

El calor y la electricidad le descomponen en hidrógeno y nitrógeno, duplicando su volumen; el oxígeno en exceso le descompone a una temperatura elevada, formándose agua y ácido nítrico.

Algunos metaloides descomponen también el amoniaco a una temperatura elevada, y muchos metales como el potasio, sodio, hierro, cobre, etc., efectúan la misma descomposición en iguales condiciones.

El gas amoniaco se une directamente con un volumen igual al suyo de ácido clorhídrico, formando el compuesto denominado sal amoniaco, clorhidrato de amoniaco o cloruro amónico; se combina también con los oxácidos cuando éstos se encuentran hidratados, y produce sales análogas a las que los mismos ácidos forman con los óxidos alcalinos (potasa, sosa, litina, etc.).

El amoniaco líquido es incoloro, muy movible; su densidad con relación al agua a 0° es 0,6362 (Andreeff) o 0,6234 (Jolly). Su índice de refracción es 1,752 y su punto de ebullición 35°. Se solidifica a -75° bajo una presión de 20 atmósferas y a -87° dejándolo evaporar en el vacío en presencia del ácido sulfúrico. El amoniaco sólido es un cuerpo blanco, transparente, cristalino y de olor débil.

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Obtención del amoniaco

El gas amoniaco existe en la atmósfera, ya libre, ya combinado, si bien en cantidades muy pequeñas; existe también en forma de nitrato y de carbonato en las aguas del mar, de los ríos y arroyos, en algunas aguas minerales, especialmente en las sulfurosas; también tienen amoniaco en diversos estados las arcillas ferruginosas, la sal gamma, los jugos vegetales, la orina, etc.

Se puede formar en muchas circunstancias; cuando se hace pasar una corriente de chispas eléctricas por una mezcla de hidrógeno y nitrógeno en presencia de un ácido líquido o gaseoso; cuando se descompone el agua por la oxidación del hierro en contacto del aire húmedo: en estado de carbonato, en la putrefacción de las sustancias orgánicas animales y en la destilación de las mismas; en la fermentación que la urea de las orinas experimenta en contacto del aire y del agua; y en estado de cloruro amónico en los excrementos de los camellos.

Se obtiene en los laboratorios calentando en un matraz una mezcla de sal amoniaco y cal recién apagada; se forma oxicloruro de calcio, agua y amoniaco; este gas se deseca haciéndole pasar por un tubo o campana que contenga cal viva o potasa cáustica, y después se recoge en la cuba de mercurio por ser, como queda dicho, muy soluble en el agua.

El amoniaco liquidado se puede preparar haciendo pasar el gas amoniaco bien seco, por una columna de potasa cáustica, formada en un tubo vertical rodeado de una mezcla frigorífica formada de nieve y cloruro de calcio cristalizado que produce una temperatura de -40′ (Bunsen). Pero el método más general, es hacer llegar gas amoniaco al fondo de un tubo de Faraday donde se hayan colocado varios fragmentos de cloruro argéntico que tiene la propiedad de absorber grandes cantidades del referido amoniaco; después se cierra el tubo a la lámpara; la extremidad donde se encuentra el cloruro argéntico combinado con el amoniaco se calienta al baño maría, y la extremidad opuesta se enfría con una mezcla de hielo y sal común. A los 38° el cloruro argéntico empieza a desprender el amoniaco que se liquida en el extremo frío del tubo.

Se puede reemplazar el cloruro argéntico por el cloruro cálcico que absorbe un peso igual al suyo de amoniaco y lo desprende también por el calor.

La disolución acuosa de amoniaco, o sea el amoniaco líquido del comercio, se prepara en los laboratorios disolviendo el amoniaco gaseoso, en agua destilada, empleando el aparato llamado de Wolf. En la industria se prepara en grande escala el amoniaco líquido, aprovechando la gran solubilidad del gas amoniaco en el agua.

Las primeras materias empleadas en la industria para la obtención del amoniaco son minerales u orgánicas; entre las primeras se cuentan el carbonato amónico natural, el cloruro amónico volcánico, las sales amoniacales que resultan en la extracción del ácido bórico, las que resultan en la purificación de la sosa, etc.; los materiales orgánicos que suministran amoniacos son: la orina podrida, los huesos, el jugo de remolachas, las aguas de las fábricas del gas, etc.

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Usos y aplicaciones del amoniaco

La disolución del amoniaco en el agua presenta los mismos caracteres que el amoniaco gaseoso, por lo cual se emplea siempre en estado de disolución en Medicina, en Veterinaria, en los laboratorios y en todas las industrias químicas.

Los perfumistas emplean el amoniaco para componer sustancias de olor fuerte, mezclándole con esencias que le quitan su olor desagradable al par que él las comunica su difusibilidad. Otras veces se emplea con este objeto, no el mismo amoniaco, sino una mezcla de cal apagada y cloruro amoniaco, cuya mezcla produce lentamente el amoniaco. Así se preparan las sales llamadas de Preston en las que a la mezcla referida de cal y sal amoniaco se añaden unas gotas de esencia de espliego o de bergamota. Los frasquitos que contienen las llamadas sales inglesas, se preparan llenándolos primero con esponja comprimida, con amianto con pedacitos de potasa o de sosa e impregnando después éstas sustancias en amoniaco líquido mezclado con alguna esencia.

También se emplea el amoniaco líquido para quitar las manchas de grasa, diluyéndole en dos o tres veces su volumen de agua, debiendo aplicarse principalmente a las telas que tengan colores muy estables para que no se alteren bajo la acción del álcali. Sirve también en Tintorería para disolver u obtener diferentes matices de algunas materias colorantes.

En la industria se emplea para la extracción de la orchilla de los líquenes y del carmín de la cochinilla; para fabricar el prusiato de potasa; para la preparación del rape; para disolver el cloruro de plata de los minerales; en la extracción del cobre; en la preparación de laces y colores y en la fabricación del hielo artificial por el procedimiento de Cerré.

El amoniaco tiene grandísima importancia en la Agricultura por la influencia que ejerce en la vegetación. Todos los agrónomos están conformes en que los abonos ricos en amoniaco son muy eficaces para el desarrollo del follaje, pero casi inútiles para el de las semillas; por cuyo motivo se debe recurrir al empleo de abonos ricos en amoniaco como son: las orinas, guanos, etc., siempre que en tierras bastante fértiles los cereales se presenten atrasados y con su follaje de color amarillento.

Pero aparte de estas acciones particulares, el amoniaco es de importancia suma en la alimentación de las plantas porque es la forma en que el nitrógeno (elemento tan esencial para la vegetación) puede asimilarse en el organismo vegetal.

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Efectos fisiológicos y usos terapéuticos del amoniaco

En aplicación externa es un irritante rápido y enérgico. Produce fuerte rubefacción y muy pronto vesicación interna. Si el contacto se prolonga, desorganiza el tejido, obra como un cáustico. La inflamación determinada por el amoniaco va acompañada de una exudación pseudo membranosa.

Los vapores amoniacales irritan fuertemente las mucosas.

La ingestión del amoniaco concentrado, aun en cortas dosis, provoca la inflamación de las primeras vías, y llegado el amoniaco al estómago, determina dolor epigástrico, vómitos, trastornos respiratorios y convulsiones. Muy diluido, produce sensación de calor en el estómago; el pulso se torna frecuente, lleno y fuerte, la temperatura se eleva y aumenta la secreción del sudor; pero si la dosis es excesiva, los efectos son inversos, la temperatura y el pulso se deprimen. Cullen y más modernamente Delioux de Savignac, consideran el amoniaco como antiespasmódico y le niegan toda acción excitante y diaforética.

El amoniaco se usa al exterior como vexicante, cáustico y resolutivo. Al interior se utilizan sus propiedades fisiológicas en el tratamiento de la embriaguez, y de las intoxicaciones por el cloroformo y el acónito; se administran algunas gotas en una poción o simplemente en agua.

El amoniaco en el estado gaseoso, los vapores amoniacales se usaban hace tiempo para modificar algunas inflamaciones crónicas, oftalmías, keratitis, amaurosis de diversa naturaleza; en la actualidad se prescriben principalmente las inhalaciones amoniacales en las afecciones crónicas de las vías respiratorias, laringitis, ulceraciones sifilíticos de la garganta, bronquitis secas, etc.

Bourguet (de Beziers) se servía de las inhalaciones de amoniaco gaseoso para favorecer la expulsión de las falsas membranas. Los vapores amoniacales pueden ser útiles en el síncope y en la anestesia clorofórmica prolongada. Pinel hacía abortar los ataques de epilepsia por la inhalación de amoniaco en el momento del acceso. El profesor Occhini practica inhalaciones preventivas de amoniaco en la cloroformización de las personas afectas de lesiones cardíacas.

Se da al interior a la dosis de 0,1 a 0,5 gr. siempre muy diluído. La cantidad administrada al día rara vez debe exceder de un gramo. En inyección hipodérmica se usa en la proporción de 1 por 4 de agua. El amoniaco líquido constituye la base del agua Luciese, del alcoholaturo amoniacal cáustico, alcohol amónico cáustico de Dzondii, del licor amoniacal anisado, espíritu de sal, amoniaco anisado, del licor amoniacal aromático, del linimento amoniacal, linimento volátil, jaboncillo amoniacal, del bálsamo de Opodeldoch, de la pomada de Gondret, ungüento amoniacal y del agua sedativa de Raspail.

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