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ALGA

Planta criptógama, celular y acuática.

Las algas son vegetales criptógamos celulares, que viven en las aguas dulces o saladas, o por lo menos en sitios muy húmedos; muchas veces parásitos, ordinariamente con clorofila, con vegetación terminal o periférica.

Si se admite como limite del grupo la falta de clorofila, por una parte se hace imposible la separación entre las algas y los hongos, y por otra parte es inútil buscar la distinción entre éstas y los líquenes, pues según muchos autores, los líquenes están constituidos por hongos tecásporos que viven parásitos sobre algas inferiores. Por esto los límites de este grupo son convencionales.

La reproducción de las algas es asexual o sexual; las más inferiores tienen la primera, y las otras las dos a la vez. Ciertos botánicos admiten una generación espontánea en las más inferiores.

Este nombre, entre los autores latinos, se aplicaba a las hierbas acuáticas y marinas en general y particularmente a la Zostera con que César alimentaba sus caballos. La Zostera se llama hoy todavía Alega o Aliga en un dialecto veneciano.

* Las algas en botánica
* Crecimiento de las algas
* Estructura de las algas
* Coloración de las algas
* Nutrición de las algas
* Habitación de las algas
* Movimiento de las algas
* Reproducción asexual de las algas
* Reproducción sexual de las algas
* Clasificación de las algas
* Clasificación de las algas según Harvey
* Utilidad y aplicaciones de las algas
* Las algas como abono

Las algas en botánica

Los órganos vegetativos de las algas son muy variados.

Los Vibriones, los Protococcus, etc., están formados por una sola célula de muy pequeñas dimensiones, que queda libre durante toda su existencia. Otras algas, también unicelulares, adquieren un desarrollo considerable.

La célula única que constituye los Hydrogastrum, hinchada en forma de globo en una de sus extremidades, presenta en la otra numerosas ramificaciones en forma de raíces; en otras se presenta bajo la de un filamento cilíndrico ramificado; en otras parece un arbolillo ramoso: en una palabra, tienen formas muy variadas.

A pesar de las formas tan diferentes que pueden tomar las diversas partes de la fronde de las algas superiores, es imposible encontrar en ella órganos que ofrezcan semejanza a los tallos, a las raíces y a las hojas de los vegetales superiores.

Las supuestas raíces que se encuentran en gran número de ellas no sirven para la absorción, pues como estas plantas no toman nada del suelo en que crecen, dichos órganos sirven como de lañas destinadas a sostener el vegetal en su lugar; así se las ve aplicarse indistamente sobre cuerpos de naturaleza muy variada y frecuentemente muy duros. A fin de distinguirlos de las raíces verdaderas se da a estos órganos el nombre de rhizoides.

Las partes foliáceas de las frondes tienen a veces gran semejanza con las hojas verdaderas. Estos órganos son, en efecto, aplastados y están provistos de nerviaciones, y en algunas, se caen en la proximidad del invierno como las hojas de los árboles y son reemplazados por otros nuevos en la primavera siguiente. Sin embargo, no se los puede considerar como análogos a las hojas de las Fanerógamas; su modo de desarrollarse y su estructura, semejante al de los otros ramos de la planta, la carencia de órgano axil, la imposibilidad de asignarles una función especial, no permite considerarlos más que come ramos de forma particular.

Se ha propuesto darles el nombre de Phylloides; pero las transiciones numerosas y apenas perceptibles que se pueden encontrar entre estos órganos y los ramos ordinarios de las algas, hacen inútil la creación de una palabra nueva, que no responde a ninguna necesidad.

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Crecimiento de las algas

Las algas se ramifican ya lateralmente, ya dicotómicamente, y muchas veces los ramos están todos situados en un mismo plano.

El crecimiento de las algas se verifica ordinariamente por una sola célula terminal.

En la mayor parte de las algas filamentosas el crecimiento en longitud del tubo vegetativo se efectúa por segmentación al través de la célula terminal.

En algunos casos se efectúa del modo siguiente: por debajo de un tabique transversal, se ve espesarse la pared de la célula formando un rodete circular; la membrana celulósica se divide en seguida transversalmente al de este rodete; los dos bordes de esta hendidura, así formada, se separan y el hueco que queda entre ellos es ocupado por el rodete que se dilata. La longitud de la célula se aumenta así en toda la altura de éste, al cual no tarda en suceder un segundo rodete semejante.

La fronde de las algas superiores parece que crece siempre en longitud por la segmentación de una sola célula terminal.

Las dimensiones de las algas varían extraordinariamente; en ciertos Bacterium es apenas de un milésimo de milímetro de longitud y diez milésimas de milímetro de latitud, mientras que muchas Luminarias llegan a tener 400 y 500 metros de largo.

En las algas marinas se encuentra cierta relación entre sus dimensiones y las del mar que habitan.

El Mediterráneo no ofrece más que especies de pequeñas dimensiones, mientras que las gigantescas Laminarias y Durvelleas habitan en las profundidades del Océano Atlántico.

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Estructura de las algas

Cualquiera que sea la dimensión de las algas, siempre son celulares; jamás se encuentran en sus tejidos vasos de ningún género, pero la forma y la estructura de sus células varía considerablemente.

En la célula única que constituye los Vibriones, no se puede distinguir más que una membrana de cubierta delgada y un contenido protoplásmico homogéneo e incoloro, desprovisto de núcleo.

En todas las algas la célula destinada a servir de punto de partida para la formación de un individuo nuevo, es siempre desnuda; la membrana envolvente no se forma sino en el momento en que la célula se fija sobre el punto donde deben verificarse las fases ulteriores de su existencia. En algunas algas, como las Nostoquineas, se encuentran dos clases de células, unas verdes susceptibles de reproducirse, otras más grandes, pero incoloras e incapaces de dividirse.

La presencia de estos individuos privados de materia colorante, entre tantos otros que la tienen es importante, porque permite que no se considere la presencia de la clorofila como un carácter absoluto merced al cual se puedan separar las algas de los hongos.

En algunas algas se encuentra una membrana celular, un contenido protoplásmico, un núcleo, materia colorante y granos de almidón.

En las algas superiores, las células de la periferia son pequeñas y apretadas, ricas en materia colorante, y forman una o muchas capas protectoras que se puede asemejar a la corteza de las fanerógamas. Por debajo de esta zona hay una capa media, cuyas células adquieren grandes dimensiones, incoloras, redondeadas u ovoideas y dejan entre ellas grandes espacios vacíos. La capa central o medular está formada por grandes células separadas por lagunas.

Un gran número de algas llevan sacos aéreos que están formados por un levantamiento de las capas superficiales y destinados a mantenerlas flotando en la superficie de las aguas.

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Coloración de las algas

Esta es muy variable: las unas son de un verde oscuro o muy tenue, otras ofrecen desde el azul celeste más delicado, hasta el azul más oscuro, y otras por fin son rojas o amarillas.

Estas diferentes coloraciones son debidas a la clorofila o a otras materias diversas, pero siempre se encuentra la primera aunque velada por las coloraciones de las segundas.

Las células de las algas contienen además de la materia colorante, otras sustancias; en unas existe almidón, en otras inulina, en otras cristaloides de naturaleza proteica, diferenciándose el almidón de éstas, del que contienen las Fanerógamas que difícilmente toma color azul con el iodo.

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