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ALFILER

Del árabe, alhilel.

Clavillo, por lo común de latón o de hierro, con punta por un extremo y cabeza por el otro, que sirve generalmente para afianzar o sujetar las prendas de vestir, ya en sus extremidades, ya unas con otras, a fin de que no, se las lleve el aire, o bien para que no hagan movimiento.

— Joya más o menos preciosa, semejante al alfiler común, o de figura de broche, que se usa para sujetar exteriormente alguna prenda del traje, o parte del tocado. Toma los nombres, bien del lugar donde se coloca, ya del objeto principal que lo constituye, como: alfiler de corbata; alfiler de retrato.

— En plural, cantidad de dinero señalada a una mujer para costear el adorno de su persona, o la satisfacción de cualquier capricho.

— En plural, agasajo que suelen dar los pasajeros o huéspedes a las criadas de las posadas o de las casas en que paran, al tiempo de partir de ellas.

ALFILERAZO: Punzada de alfiler. || Figurativamente, mirada, expresión insinuante o provocativa.

ALFILERERO: Persona que fabrica, o vende, alfileres. || Alfiletero.

ALFILETERO: Especie de canuto pequeño de metal, madera a otra materia, que sirve para tener en él alfileres y agujas.

* Alfileres de carpintería
* Alfileres, juego de niños
* La palabra alfiler en frases familiares y populares
* Historia del alfiler
* Fabricación de alfileres
* Máquinas modernas fabricadoras de alfileres
* Blanqueo de los alfileres
* Empaquetado de los alfileres

Alfileres de carpintería

Clavo cilíndrico, delgado y pequeño, de punta piramidal aguzada y cabeza plana, destinado por lo común a unir tablas delgadas, como las de los cajoncitos, etc. Los hay también zincados para cubiertas de edificios.

Se encuentran en el comercio por paquetes de a diez libras. Sus longitudes son de 11 a 95 mm. clasificados con los números 6 al 21.

ALFILER DE CABEZA DE GOTA DE SEBO: El que presenta su cabeza acopada, y no plana como los comunes.

ALFILER DE CABEZA PERDIDA: El que casi no tiene cabeza, sino una especie de rebaba, y se puede introducir totalmente en la madera.

ALFILER DE MONJA: El que es sumamente delgado y pequeño.

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Alfileres, juego de niños

1° Juego de niños, que consiste en empujar cada jugador con la uña del dedo pulgar, sobre cualquiera superficie plana, un alfiler que le pertenece, para formar cruz con otro alfiler, que hace suyo si logra formarla. También se empuja algunas veces con la punta del alfiler que se tiene en la mano, en lugar de hacerlo con la uña.

2° Juego de niños, que consiste en tomar dos alfileres en la mano cerrada, y preguntar a su compañero si están cabeza con cabeza, o cabeza con punta. Si acierta, gana un alfiler; y si no, paga otro. Conócese también este juego con la denominación de punta con cabeza.

3° Juego de niños, que consiste en poner sobre una superficie plana un montón de alfileres bien mezclados, y con la punta de otro irlos sacando uno a uno, haciéndolos saltar sin que se mueva ninguno de los demás.

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La palabra alfiler en frases familiares y populares

ASEGURAR, ASIR, PEGAR O PRENDER, CON ALFILERES: Dar poca consistencia o solidez a alguna cosa, de que resulta una duración efímera.

CON TODOS SUS ALFILERES, O DE VEINTICINCO ALFILERES: Con todo el adorno o compostura posible, o sin faltar requisito alguno. Úsase mayormente hablando de las mujeres.

NO CABER UN ALFILER, O NO HABER DONDE ECHAR UN ALFILER: Pondera la grande aglomeración de personas en algún paraje.

NO DARLE a uno NI UN ALFILER; NO DEBER uno a alguien NI UN ALFILER: No dar nada; no tener nada que agradecer.

NO ESTAR CON SUS ALFILERES: No estar uno de buen humor.

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Historia del alfiler

Aunque bastante más raras que las agujas, no dejan de encontrarse a veces en idénticas condiciones de yacimiento y de consiguiente en igual período alfileres fabricadas también con hueso o asta de ciervo, sólo que en vez de ofrecer en la extremidad ancha el agujero bicóncavo casi siempre, presentan la cabeza más o menos grande rodeada de una estrechez circular a manera de cuello, al rededor del cual se sujetaba la hebra con que se cosía, sirviendo la parte abultada para que esta no se escurriera.

El cuerpo del instrumento algo más grueso que la cabeza, facilitaba el paso de esta y de la hebra por el agujero que abría la aguja el estilete.

El alfiler, tal como hoy le conocemos, aunque ni tan fino y acabado, es de origen francés, e hizo su aparición en la primera mitad del siglo xv. Se fabricaba con oro, plata, cobre, hierro, y de tamaños gigantescos, comparados con los que se usan actualmente.

Catalina Howard, antes de ser esposa del rey Enrique VIII de Inglaterra pasó algún tiempo en París: allí adquirió algunos alfileres, muy raros y preciosos por entonces, y al volver a Londres en 1540 introdujo la moda, comenzando como arte lo que debía de llegar a ser industria provechosa y floreciente para la Gran Bretaña.

España, que sin ferrocarriles ni vapor, viajaba más por Europa en aquellos siglos que en el actual, no tardó en adoptar los alfileres.

La fabricación de este objeto tan útil se desarrolló con rapidez en todo el mundo civilizado, llegando a ser en el lenguaje figurado símbolo del buen gusto, del lujo y la elegancia.

En los siglos XVII y XVIII, los alfileres, patrimonio hasta entonces de las damas de noble alcurnia y elevada posición, se generalizaron de tal modo, que en el actual no hay hija de Eva que no los gaste.

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