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ACÍBAR

Del árabe, azábir.

Se conoce con el nombre de acíbar y también con el de áloe al jugo espesado que se extrae de las hojas de varias plantas del género áloe, de la familia de las liliáceas.

Las especies de áloe que suministran generalmente este producto farmacéutico son tres: el áloe vulgar, el socotrino y el áloe en espiga, plantas todas de los países cálidos.

Figurativamente se usa significando amargura, sinsabor, disgusto.

ACIBARAR: Echar acíbar en alguna cosa. || Turbar el gusto con algún pesar o desazón

MÁS AMARGO QUE EL ACÍBAR: Frase con que se pondera lo amargo de alguna cosa en el sentido propio y en el figurado.

* Método de extracción del acíbar
* Variedades del acíbar
* Acción fisiológica del acíbar
* Usos terapéuticos del acíbar

Método de extracción del acíbar

Los procedimientos que se emplean para extraer el acíbar de las hojas de estos vegetales son diferentes según los países.

Los hotentotes del Cabo de Buena Esperanza hacen incisiones a las hojas junto a su base y reciben el jugo en otras hojas tendidas alrededor de la planta, o bien cortan las hojas y las ponen en toneles, en el fondo de los cuales se reine el jugo, que se pasa después a una caldera de hierro donde se concentra por la acción del calor.

En otras comarcas maceran previamente las hojas en agua para facilitar la extracción del jugo, procediendo después a la evaporación.

En Cuba cortan las hojas junto a su base, operación que efectúan en los meses de abril y mayo durante las horas de más calor; después colocan dichas hojas en unos grandes embudos de madera con las paredes y fondo agujereados, o bien en canastos de mimbres; el jugo que escurre se recibe en una gran tina o balsa de mucha extensión y poca profundidad, y por último se pasa a unas calderas de cobre donde se concentra suavemente hasta que tiene consistencia casi sólida. Las hojas de los embudos o banastas, después que han escurrido todo el zumo que contienen, se emplean como abonos.

Obtenido el acíbar por cualquiera de los procedimientos indicados, resulta una sustancia de aspecto resinoso, de gusto amargo muy pronunciado y de un olor aromático especial. Por la acción de un calor fuerte se funde primero y se descompone después.

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Variedades del acíbar

Ya por la procedencia, ya por los procedimientos de obtención, ya por ambas cosas a la vez, resulta que los acíbares del comercio presentan bastantes diferencias, pudiendo dividirse por sus propiedades exteriores en tres clases, a saber: acíbar lúcido o socotrino, acíbar hepático y acíbar caballuno.

El acíbar lúcido es el más puro de todos; de color rojizo, es semitransparente, de un olor muy grato y de fractura muy lustrosa. Procede del áloe socotrino que crece en las orillas del mar Rojo y en la isla de Socotora, en el Zanguebar y en la Arabia.

El acíbar hepático se denomina de esta suerte por su color parecido al del hígado; no es traslúcido y su fractura es lustrosa, mate o cérea; no es tan puro como el lúcido, pues que contiene algunas sustancias extrañas. Se extrae principalmente del áloe vulgar y procede por lo general de las Barbadas, de donde llega en mamelones grandes masas de 25 a 30 kilos y también de las Indias, en cajas de 100 a 150 kilos. Este acíbar presenta fracturas opacas y toco granujientas y produce un polvo rojo y sucio. De Curaçao procede también un acíbar hepático de un olor característico.

El acíbar caballuno se presenta en masas negras, de olor nauseabundo y sabor desagradable. Su nombre alude a ser el usado en veterinaria, pues es el más impuro de los tres. Contiene muchas sustancias extrañas, como son carbón, tierra, restos vegetales, etc. Se extrae generalmente del áloe en espiga y por lo general viene del Cabo. De esta comarca hay también sin embargo acíbar lúcido y acíbar hepático; de modo que puede decirse que la mayor parte de los acíbares que circulan en el comercio de Europa y en las oficinas de farmacia, son de igual procedencia.

De Natal procede también una clase de acíbar, de color pardo oscuro y muy opaco, que se diferencia de todos los demás acíbares en contener un principio cristalino particular no encontrado en las demás especies.

Tiene el acíbar mucho uso en medicina y veterinaria. Se emplea también para preservar los vegetales de la acción de los insectos y a los animales domésticos de las moscas y pulgas que tanto les molestan. Para ello se disuelve el acíbar en el agua en la proporción de un gramo por litro, y con una brocha se impregnan los tallos de los vegetales o el cuerpo de los animales; decía Raspail que es tal la aversión de los insectos a esta solución, que jamás llegan a los objetos que hayan sido lavados con ella.

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Acción fisiológica del acíbar

Las propiedades terapéuticas del acíbar son conocidas desde los tiempos de Alejandro el Magno. Dioscórides, Plinio y Galeno hacen mención de ellas. Se usó en la antigüedad como colagogo en las hemorroides fluentes, en la hidropesía, en la enajenación mental y en las heridas como cura tópica. Alberto el Grande le recomendó contra los vermes intestinales.

La acción purgante del acíbar se presenta ya a la dosis de 0,05 a 0,1 gramo. A la dosis de 1 a 5 decigramos, que es la ordinaria, determina evacuaciones muy frecuentemente precedidas de cólicos, no acuosas y coloreadas por la bilis a las diez o doce horas de su administración o aún más tarde. Ejerce su acción principalmente sobre las últimas porciones del intestino colon descendente y recto. Si se inyecta en el recto mezclado con bilis, ejerce acción purgante. Cuando las dosis son más altas, determinan un estado congestivo de las vísceras abdominales.

El organismo no se habitúa a la influencia de este medicamento. Se ha supuesto erróneamente que la acción purgante del acíbar era debida a la aloína. Los experimentos de Dragendorff y Rondracki han demostrado que esta substancia, administrada a la dosis de 5 a 6 centigramos, no produce efecto alguno.

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Usos terapéuticos del acíbar

Se usa como purgante, sobre todo en los casos que exigen el empleo prolongado de medicamentos de esta clase, porque no perturba las funciones digestivas, ni debilita a los enfermos con abundantes evacuaciones acuosas. Se usa como revulsivo intestinal en los afectos del cerebro y de la médula, y para restablecer las hemorragias hemorroidales periódicas en los sujetos que, padeciéndolas habitualmente, sufren cuando no se presentan.

A dosis pequeñas de 3 a 5 centigramos, se usa como tónico y estomacal. Es muy común su uso unido al hierro como emenagogo. El embarazo contraindica su administración.

Entre las preparaciones oficinales de este medicamento deben citarse el acíbar en polvo como purgante a la dosis de 1 decigramo a 1 gramo 3 aun más; como aperitivo de 5 centigramos a 1 decigramo, y como estomacal de 1 a 5 centigramos: el extracto de acíbar; la tintura alcohólica de amber; tintura alcohólica de acíbar compuesta, elixir de propiedad, que contiene acíbar y mirra, azafrán y alcohol; la tintura alcohólica de acíbar y ruibarbo, elixir de larga vida, que contiene acíbar, raíz de genciana, ruibarbo, zedoaria, azafrán, agárico blanco y electuario triacal magno; píldoras de Morisson (acíbar, jalapa, extracto alcohólico de coloquíntida y gutagamba); píldoras de Frank (acíbar y jalapa, ruibarbo y jarabe de ajenjo); píldoras benedictas de Fuller que se componen de acíbar, polvo de sen, polvo de asafétida, gálvano y mirra, sulfato ferroso, mecías en polvo, azafrán, aceite pirogenado de encino y jarabe de artemisa.

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