Del latín accessus, accedere, de ad, a, y cedere, retirarse.

La acción, o el efecto, de llegar o acercarse. || Entrada, camino, comunicación, en lo propio como en lo figurativo. || Cópula carnal. || Entrada al trato o comunicación con alguno. Úsase los adjetivos fácil o difícil.

ACCEDENTE: Que accede, tratándose de adherir a, o confirmarse con alguna opinión, voto, acuerdo, pacto, etc.

ACCEDER: Consentir en lo que otro solicita o quiere. || Adherir a, o confirmarse con alguna opinión, voto, acuerdo, pacto, etc.

ACCESIBILIDAD: Cualidad de accesible.

ACCESIBLE: Que tiene acceso, o a que se puede llegar fácilmente. || Posible o fácil de obtener o alcanzar. || Figurativamente: Propenso, inclinado a, apto para recibir alguna impresión o modificación; de trato afable y comunicativo.

* El acceso en astronomía
* Teoría de los accesos en química
* El acceso en patología
* Acceso en teología y derecho canónico

Con su marcha aparente al rededor de la Tierra, describe el Sol en el cielo, en el curso del año, un círculo máximo llamado eclíptica, que forma con el ecuador celeste un ángulo de 23° 27′. Los puntos en que la eclíptica corta al ecuador, se llaman equinocciales; los puntos en donde la abertura de los dos círculos alcanza su valor máximo de 23° 27′, se llaman solsticiales.

Supongamos que el Sol se encuentra en el solsticio de invierno y que empieza a caminar hacia el hemisferio boreal; este movimiento de aproximación al ecuador es lo que se llama acceso.

Llegará el Sol a cortar el ecuador, y pasando al hemisferio boreal, se irá apartando gradualmente de ese círculo; este movimiento de separación del ecuador, se llama receso.

Cuando el Sol pasa por el solsticio de verano, comienza de nuevo a acercarse al ecuador y su movimiento es otra vez de acceso; y de receso desde el equinoccio autumnal hasta el solsticio de invierno.

De modo que desde el 20 de marzo al 21 de junio hay receso; del 21 de junio al 22 de septiembre, acceso; del 22 de setiembre al 21 de setiembre al 21 de diciembre, receso, y del 21 de diciembre al 20 de marzo, acceso. Estos vocablos son de poco uso en la ciencia.

Volver a ACCESO – Inicio

Teoría ideada y desarrollada por Newton para explicar el fenómeno físico, llamado de los anillos coloreados, que se observa cuando se apoya sobre una lámina de vidrio bien plana una lente convergente de curvatura muy débil.

En la teoría de la emisión no se puede explicar este fenómeno observado por primera vez por Hoocke, y Newton ideó, para poder dar con la explicación dentro de la indicada teoría de la emisión, la llamada teoría de los accesos. Suponía Newton que toda molécula luminosa que ha atravesado una superficie refringente cualquiera, ha adquirido por ese mismo acto una disposición especial transitoria o pasajera, que se reproduce periódicamente a intervalos iguales y de la que resulta que a cada vuelta a esta disposición, la molécula luminosa se trasmite fácilmente a través de una segunda superficie refringente; mientras que, al contrario, en los intervalos entre estos estados se refleja fácilmente en la misma superficie: es decir, que en los primeros casos hay más disposición en la luz para atravesar la superficie refringente que para reflejarse, y en los segundos casos al contrario. Estas sucesiones de estados particulares o disposiciones diversas de la luz eran las que Newton designaba con los nombres acceso de fácil transmisión y acceso de fácil reflexión.

En la teoría de las ondulaciones se explica perfectamente la producción de los anillos coloreados como un fenómeno de interferencia, de modo que la teoría de los accesos de Newton ya no tiene razón de ser. Es notable, sin embargo, e interesante de saber, que armado Newton de esa teoría, a pesar de su poco fundamento, determinó exacta y completamente las leyes que rigen el fenómeno, formulándolas tal como hoy día se formulan.

Volver a ACCESO – Inicio

Conjunto de fenómenos morbosos que sobrevienen y cesan periódicamente a intervalos más o menos lejanos y más o menos fijos. El intervalo que media entre los accesos se llama intermisión.

Las enfermedades que se manifiestan por accesos, son ciertas fiebres y la neurosis. El tipo de las fiebres accesionales es la fiebre intermitente, que presenta tres estados (frío, calor y sudor) y cuyos accesos se presentan todos los días, cada dos o cada tres días, o con otros intervalos de otro tipo, pero siempre periódicos.

Entre las neurosis con marcha accesional se encuentran las neuralgias, el histerismo, la epilepsia, la catalepsia y la locura intermitente. Los accesos de las neurosis se llaman con más frecuencia ataques.

Rara es la enfermedad en que predomina o interviene un elemento nervioso que no presente accesos en su curso. Tal ocurre en el asma, la tos ferina, las enfermedades del corazón, etc., porque la ley de las manifestaciones nerviosas tanto fisiológicas como patológicas es la intermitencia.

Volver a ACCESO – Inicio

En lenguaje moral y jurídico se usa a veces esta palabra para indicar decorosamente la unión corporal de varón y hembra. Sanciona el uso de esta palabra la Sagrada Escritura en tal sentido y de ahí la tomaron los teólogos más austeros y nuestros buenos hablistas. El Levítico (cap. 18, vers. 6) dice al prohibir el casamiento entre parientes próximos por consanguinidad: Omnis homo ad proximam sanguinis sui non accedat.

Desde el derecho canónico, es el abuso antiguo era el que cometían algunos clérigos, poco dignos de serlo, al trasmitir sus beneficios a sus parientes, amigos o paniaguados, cual si quisieran amayorazgarlos en sus familias, dando lugar al vicio canónico llamado nepotismo. En España ocurrió ya este caso en tiempos antiguos, pues un obispo de Barcelona, llamado Nundinario, dejó por heredero al presbítero Irineo, manifestando conatos de que se le designara por sucesor en su iglesia. El metropolitano de Tarragona, llamado Ascanio, dio noticia de ello al Papa San Hilarlo, el cual lo vituperó en una junta le párrocos de Roma.

Las disposiciones dictadas en los concilios de Letrán y en Decretales pontificias no fueron suficientes para evitar estos abusos, que con los variados nombres de coadjutorías, regresos y resignas duraron hasta el siglo xvi, y aunque prohibidos en el Concilio de Trento, retoñaron en el siglo siguiente cuando volvieron casi vidas las relajaciones de la disciplina que allí se habían prohibido, por la corrupción de costumbres y rebajamiento de las ideas.

Hoy día, tasados ya todos los beneficios y muy limitados en España, apenas hay vestigios de aquellos abusos antiguos propios de tiempos en que la opulencia y el número quizás excesivo de beneficios simples solía tentar la codicia.

Volver a ACCESO – Inicio