Archivo de la categoría: Abanico

ABANICO

Ventilador portátil y ligero, destinado a producir artificialmente corrientes de aire por medio de los movimientos de vaivén —generalmente rotatorio-alternativos—, de una superficie de papel, tela, cabritilla, etc.

Los abanicos se dividen principalmente en plegables y no plegables.

— Diminutivo de abano, siendo abano (del alemán fahne) estandarte o bandera: Bastidor trapezoidal colgado del techo, y susceptible de tomar mecánicamente un movimiento pendular; y, así, hacer aire y ahuyentar las moscas en las habitaciones de las casas, y, especialmente, en los comedores.

— Cualquier objeto que hace aire y tiene la forma sectorial del abanico.

* El abanico en artes y oficios
* El abanico en diversas ciencias
* La palabra abanico en frases y refranes
* Principios de funcionamiento del abanico
* Descripción y partes del abanico
* Detalles y armado de un abanico
* Diversas clases de abanicos
* Abanico de violín, de olor y de bolsillo
* Abanicos de moda, plegables y mágicos
* El abanico en India y China
* Fabricación de abanicos
* Orígenes del abanico
* Abanicos rígidos
* Historia del abanico rígido
* El abanico en Grecia, Roma y América
* Importancia del abanico en la historia
* El abanico en la liturgia cristiana
* Importancia social del abanico
* El lenguaje del abanico
* Alfabeto del abanico movido por una sola mano
* La moda china y japonesa en abanicos
* Los abanicos colgantes: abanos o pancáes
* Los abanicos a vapor y eléctricos

El abanico en artes y oficios

— Plancha ligera de metal que el esmaltador coloca delante de la lámpara para que no le incomode el calor.

— Tejido de mimbres agujereado en el centro, que los plateros se ponen en la cara para apreciar el estado de las soldaduras.

— El costillaje de los fuelles de fragua, órgano, etc.

— Enrejado triangular y redondeado por su parte superior, formado de varillas de madera o alambre que sirve como de espaldera para guiar y sostener las ramas de las plantas que se cultivan en tiestos.

— Lo que se parece al abanico, como las hojas de ciertas plantas, la cola del pavo real.

— El cortinaje o pabellón de la cama recogido y plegado en forma de abanico.

— En los modernos carros de mudanza se llama abanico a un tablero rectangular de quita y pon, destinado a evitar que por la parte posterior de los carros se caigan los objetos que hay que transportar. Al efecto el tablero tiene armellas en los cuatro ángulos del rectángulo; de las cuales las dos inferiores se enganchan al piso del carro en dos pitones correspondientes con ellas; y las otras dos armellas se sujetan por medio de cuerdas a la parte superior del vehículo. El tablero es susceptible de girar en las armellas inferiores, de modo que puede quedar asegurado en posición vertical a la trasera del carro, o bien tomar una posición inclinada, si a las cuerdas se les da el largo conveniente. El tablero consta por lo común de dos largueros de madera, unidos por tablones transversales y reforzados con chapas de hierro en las ensambladuras y escuadras del mismo metal en los cuatro ángulos.

— El escalón de una escalera en vuelta cuando es de forma triangular.

— En carpintería, el entesado de un piso de torre circular.

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El abanico en diversas ciencias

— ARQUITECTURA. Montante de una puerta o ventana en medio punto o elíptico, con cristales triangulares que se hallan separados por listones radiales. || En inglés se llama fantracery a los adornos en forma de abanico usados en las bóvedas; en ellos todos los nervios que parten del centro de la bóveda tienen la misma curvidad con igual ángulo de divergencia, lo que produce una apariencia no muy desemejante a la del varillaje del abanico.

— BOTÁNICA: Seta comestible que se desarrolla al pie de los árboles.

— FERROCARRILES: En la isla de Cuba, señal en los cambios de vía de los ferrocarriles que indica al maquinista la que se halla abierta. Consiste en una pieza de madera, pintada de negro y en forma de abanico, con una ranura en arco por donde corre un listón que remata en un disco o bola pintada de blanco, que es lo que se distingue de lejos. Este aparato, como todo lo del ramo de ferrocarriles en aquella Antilla, está tomado de los Estados Unidos.

— MARINA: Sobrenombre de una vela y aparejo. También se dice de la cabria que ordinariamente se forma a bordo con dos palos, uno vertical y otro sujeto a éste por el pie, e inclinado hacia afuera, para suspender grandes pesos.

— MILICIA: Parapeto formado de madera para resguardar a los tiradores. En ciertos casos, disposición semicircular de las tropas.

— MECÁNICA: Aparato u órgano auxiliar, de movimiento circular alternativo, destinado en las máquinas de imprimir o recoger las hojas de papel conforme van apareciendo impresas y a trasladarlas desde la cinta o cadena al tablero.

— AGRICULTURA: Forma especial que se da, mediante la poda, a las ramas de ciertos árboles frutales. Compónese de variado número de brazos madres o ramas principales, según la extensión que el árbol haya de ocupar. Estos brazos parten de un mismo punto, y van abriéndose, inclinándose y bifurcándose a medida que se van prolongando y separando del punto de partida. Se denomina esta forma en abanico, porque el árbol así dispuesto asemeja en efecto un abanico abierto cuyas varillas están representadas por las ramas principales y el país por las ramas secundarias y las hojas.
Suele darse esta forma a los árboles que llevan espaldera, a fin de que su copa pueda adaptarse al muro vertical que forma el abrigo. También esta forma es preferida para los árboles de hueso, que son tan propensos a perder sus ramas más importantes por la goma y otros accidentes; es especial para el albaricoquero que da con esta forma mas fruto que con ninguna otra, a causa de que son las más fértiles las ramas de mediana fuerza, como son las que forman los brazos del abanico.

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La palabra abanico en frases y refranes

SACÓ EL ABANICO, TIRÓ DEL ABANICO: desenvainó el sable, tiró de la espada. (En Germania se llama abanico a la espada o sable.

EN ABANICO: En figura de abanico.

EL ABANICO: Nombre por el cual se designa vulgarmente la cárcel-modelo de Madrid, a causa de su forma sectorial.

ABANICOS DE CULPAS: los soplones, los delatores; frase aplicada a los alguaciles.

ABANICO DEL INFIERNO: Soplón.

ABANICO DE CHIMENEA: Pantalla para preservarse de la luz o del calor.

ABANICO DE LOS MEMNONITAS: En zoología, nombre con que se conoce en el comercio la concha de la especie Venus pennea, molusco de la clase de los lamelibranquios, familia de las venérides.

ABANICO DE MAR. Nombre dado a cierto pólipo.

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Principios de funcionamiento del abanico

Cuando un líquido cualquiera se evapora, se produce siempre frío; a veces de un modo muy sensible.

Bien conocidos son algunos experimentos sencillísimos, imaginados por los físicos para demostrarlo. Si se humedece la palma de la mano con algunas gotas de éter o de espíritu de vino, se nota en seguida el frío resultante de la evaporación. El fenómeno se hace mucho más perceptible si se activa la evaporación soplando fuertemente la palma de la mano; es decir, renovando las capas de aire que con ella se encontraban en contacto.

Las andaluzas alcarrazas están siempre bañadas exteriormente de una delgadísima película de agua, filtrada por los poros de la arcilla fofa empleada en estos caseros vasos refrigerantes; y, expuesta esa película exterior a cualquier corriente de aire, la evaporada se activa, y la temperatura del agua desciende varios grados en el interior de las alcarrazas. En días de mucho viento, y aunque el termómetro marque muy elevada temperatura, los bañistas al salir del mar, suelen sentir frío, por causa de lo enérgico de la evaporación.

Desde muy antiguo, pues, hubo de conocerse en los países de baja latitud, y con mayor razón en los pueblos tropicales, que el insufrible calor de la atmósfera se templaba renovando, por medio de artificiales corrientes, las capas de aire en contacto con el cutis, allí siempre sudoso en abundancia, o, por lo menos, humedecido constantemente por una película de sudor. Por tanto, debieron refrigerar el rostro de los indígenas abatidos por el calor, cualesquiera superficies de algún tamaño y de poco peso para ser fácilmente agitables, tales como las grandes hojas de los plátanos y de las palmeras.

De aquí a la invención de nuestros abanicos actuales no había más que un paso; y es, por tanto, muy de extrañar que hayamos tardado siglos en inventar prenda de tanta utilidad.

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