Carga del acumulador de Planté

Prescindiendo de las experiencias de carácter científico de Mr. Planté sobre la polarización de las pilas y el modo de utilizarla y viniendo al terreno práctico e industrial, puede decirse que el acumulador Planté con electrodos de plomo no es otra cosa que el aparato descrito anteriormente.

Unas veces Mr. Planté arrollaba, según hemos dicho, las láminas de plomo (con las debidas precauciones para que no estuviesen en contacto, a cuyo fin las separaba por bandas de caucho); otras veces empleaba láminas planas de plomo paralelas unas a otras y sumergidas en recipientes de gutapercha: todos estos pormenores pueden variar, pero la esencia del aparato es siempre la misma y su teoría y su modo de funcionar, son los que ya hemos explicado.

Resulta de lo dicho que la pila Planté, como todas las pilas secundarias, exige una operación previa, a que se da el nombre de formación de la pila, porque, en efecto, mediante ella se forma la pila eléctrica, que antes era un sistema de todo punto inerte. Mientras el plomo está en presencia del plomo, el nivel eléctrico es el mismo, la homogeneidad destruye toda energía y sin caída de potenciales no hay trabajo industrial posible.

Es preciso, pues, someter al acumulador o una corriente eléctrica para diferenciar los electrodos y dar potencial eléctrica al aparato; do donde resulta, que para cargarse el acumulador necesita que durante mucho tiempo pase por él una corriente eléctrica y a este período de tiempo es al que se da el nombre de período tiempo de formación.

En un principio el acumulador Planté necesitaba estar más de quinientas horas sometido la corriente eléctrica de formación, al fin de cuyo período por cada kilogramo de plomo puede suponerse una capacidad de acumulación de 10 a 12.000 coulombs; pero tratándose de acumuladores ya muy usados y en que por lo tanto el trabajo de formación ha sido grande, Planté ha llegado a obtener 36.000 coulombs por kilogramo de metal.

También, en la hipótesis de quinientas horas de formación, obtenía el físico de que venimos ocupándonos una potencial próximamente do 2 volts y en casos muy excepcionales de 2,13 volts.

Y aquí aparece ya el principal inconveniente del sistema Plante y la carestía, digámoslo así, de sus acumuladores. Estar cargando o mejor dicho formando (porque son cosas distintas) durante quinientas horas, es decir, más de veinte días útiles, un acumulador para no conseguir sino 10.000 coulornbs y 2 volts, no es ponerse en condiciones verdaderamente industriales.

Comprendiéndolo así el insigne físico a que nos referimos, ha ideado otros procedimientos para la formación más rápida de los pares secundarios, llegando a veces a formarlos en ocho días; pero los nuevos procedimientos, según la opinión de personas prácticas, tienen graves inconvenientes, que por la naturaleza de este escrito no nos detendremos a examinar.

Para cargar un acumulador Planté se necesita el empleo durante cierto tiempo de una corriente eléctrica que lo atraviese y dicha corriente representará el verdadero trabajo eléctrico de producción, que podernos llamar el gasto.

Suprimida esta corriente y utilizando el acumulador como productor a su vez de una corriente eléctrica, ésta representará el producto, y la relación entre éste y aquél, es decir, entre el producto y el gasto, será precisamente el rendimiento del sistema.

Mr. Planté ha obtenido por una larga serie de experiencias que el rendimiento de sus acumuladores es casi de un noventa por ciento: resultado extraordinariamente ventajoso, pero del cual nos ocuparemos más adelante.

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