1° Bala explosiva.

Bala especial que estalla dentro del cuerpo del individuo a quien alcanza, ocasionando en él tales destrozos que la muerte es instantánea. Estas balas son huecas y contienen en su interior cierta cantidad de pólvora o dinamita y un pistón con fulminante que estalla cuando la bala choca contra un objeto, inflamándose la carga interior y produciendo la explosión de las balas.

Los primeros proyectiles de esta clase fueron presentados por M. Devisme los únicos empleados actualmente son los Pertuiset. Estas armas terribles sólo pueden emplearse contra las fieras; los pueblos civilizados se han convenido en no emplearlas, por razones humanitarias, en sus luchas.

A propuesta del Emperador de Rusia se reunió en 1868 en San Petersburgo una comisión internacional, la cual firmó en 11 de diciembre del mismo año un convenio internacional en e] que se expresa que las partes contratantes (todas las naciones representadas) se comprometían mutuamente a renunciar al empleo, en sus fuerzas de mar y tierra, de todo proyectil de peso inferior a 400 gramos y explosible o cargado de materias fulminantes o inflamables.

2° Bala fulminante.

Cilindro de cobre de 8 centímetros de longitud, cubierto en su base con una hoja o capa de plomo con estrías que se amoldan a las del canon del fusil o carabina rayada, y termina en una punta en la que hay un pistón movible.

Al chocar con cualquier cuerpo duro, un hueso, por ejemplo, el pistón enciende una pólvora especial que contiene la bala, la cual, al inflamarse, produce una masa gaseosa que ocupa 10.000 veces más volumen que la bala, formada de ácido carbónico, óxido de carbono o hidrógeno sulfurado.

Con este infernal proyectil, invención de Mr. Devisme, se mata instantáneamente y sin agonía. Así esta bala, como otras de invención más reciente, llamadas explosivas y que, como su nombre indica, hacen su explosión después de haber penetrado en el cuerpo, están proscritas en la guerra, y empléanse generalmente en la caza de fieras.

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