Azul de Guimet o ultramar artificial

Magnífica materia colorante azul. Fue observada por primera vez, en 1814, por Fassaert en uno de los hornos de sosa de Saint Gobain; Kuhlinatin la halló después en un horno de sulfato de sosa. Ambos remitieron las muestras que pudieron sacar a Vauquelín quien hizo el análisis y descubrió que su composición se aproximaba mucho a la del ultramar natural que se extrae del lapislázuli.

Los elementos esenciales de la preparación del ultramar son: la sílice, la alúmina, la sosa y el azufre; las sustancias que se encuentran además en el ultramar natural, no influyen en cuanto al color.

Las primeras materias empleadas para obtener estos elementos difieren según el procedimiento que se siga. M. R. Hoffmann, director de la fábrica de Marienberg, clasifica de la manera siguiente los métodos actualmente empleados en la preparación del ultramar.

1° procedimiento.
Consiste en operar sobre mezclas de caolín o tierra de porcelana, sulfato de sosa y carbón.

2° procedimiento.
Cuando se emplea caolín, sulfato y carbonato de sosa, carbón y azufre.

3° procedimiento.
Parecido al anterior, pero con adición de sílice a la mezcla.

El ultramar artificial es un polvo azul inalterable por el agua e inatacable por las soluciones alcalinas. Los ácidos enérgicos, como el ácido clorhídrico, producen con el ultramar artificial, lo mismo que con el natural, desprendimiento de ácido sulfhídrico y sulfuroso, acompañado de un depósito de azufre, y el polvo se decolora. Los azules ultramar naturales se distinguen, sin embargo, en que son inatacables por los ácidos débiles, como el ácido acético, y por las sales de reacción ácida, como el alumbre.

Los azules Guimet resisten mejor o peor la acción de una solución saturada de alumbre: unos se decoloran inmediatamente, mientras que otros conservan su color una, dos y tres horas. En general, los azules de tinte violáceo resisten más tiempo, mientras que los azules verdosos se alteran en seguida.

El ultramar ha reemplazado casi completamente los productos de base de cobalto y en parte los azules de Prusia. Sirve principalmente para pintar y estucar sobre fondo de cal y se emplea también en grandes cantidades en la esterocromia, en la impresión de los tejidos, en la imprenta y litografía.

La cantidad de ultramar fabricada anualmente en las diversas fábricas de Europa puede calcularse en 10.000.000 de kilogramos.

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