Auscultación mediata e inmediata

Divídese la auscultación en mediata e inmediata según se escuchen los ruidos orgánicos aplicando directamente el oído sobre la región que se explora, o según se escuche mediante un aparato que se denomina estetóscopo o estetoscopio, que transmite al oído las vibraciones sonoras que se producen en los órganos sanos o enfermos.

Por la auscultación inmediata se perciben los ruidos normales y patológicos más intensa y distintamente que por la mediata, hay menos causas de error, pero se circunscribe o limita menos el sitio donde se producen y no siempre conviene ser empleada, ora por la suciedad del enfermo, ora por respeto al pudor de enfermas excesivamente delicadas.

Para practicar la auscultación inmediata se cubre la región con un lienzo fino, no almidonado, sino perfectamente flexible y se aplica el oído comprimiendo ligeramente contra la parte y procurando evitar todo rozamiento que perjudique la exploración.

Con el estetoscopio se limitan mejor los focos de los ruidos que siempre se debilitan algo. El mejor estetoscopio es el que se aplica perfectamente a la región que se explora y por su pabellón a la oreja; los de tubo flexible se adaptan con alguna dificultad al conducto auditivo externo, por lo que suelen producir roces que dificultan la investigación.

Tanto por la auscultación de los órganos respiratorios como circulatorios pueden observarse numerosas condiciones funcionales, aparte de la modificación del tono, timbre, intensidad y número de los ruidos normales y producción de ruidos patológicos; así se observan la frecuencia y ritmo de los movimientos respiratorios cardiacos, su intensidad, el cambio de posición del corazón, sus variaciones de tamaño, etc.

Volver a AUSCULTACIÓN – Inicio