Auscultación del corazón

Las enfermedades del corazón modifican los ruidos cardíacos y producen sonidos anormales, por lo cual la auscultación puede revelar la lesión de este órgano y limitar además el punto afecto del órgano. Los ruidos que se producen en la válvula mitral se perciben con mayor claridad al nivel del vértice del corazón; los de la tricúspide, en la parte inferior del esternón; los de las válvulas aórticas al lado de dicho hueso en el segundo espacio intercostal derecho; y los de la arteria pulmonar en el segundo espacio intercostal izquierdo. Estos se llaman focos de auscultación.

Las alteraciones orgánicas de los orificios y de las válvulas, insuficiencia de las válvulas, estrechez de los orificios por los cuales sobrevienen obstáculos a la circulación, son las causas de los ruidos cardíacos morbosos. Si la válvula mitral, por ejemplo, es insuficiente, a cada sístole ventricular cierta cantidad de sangre pasa del ventrículo izquierdo a la aurícula, choca con la sangre contenida en ésta y la vibración líquida determina un ruido. Cuando hay estrechez, se produce igualmente un ruido por la contracción de la vena liquida al pasar por la estrechez.

En la producción de los ruidos pueden también tomar parte las válvulas y membranas degeneradas vibrando de un modo anormal.

Los sonidos cardíacos son generalmente ruidos de soplo de roce muy variables en su tono, timbre e intensidad.

Dos puntos principales debe determinar la auscultación cardíaca: si el ruido anormal es sistólico diastólico y el punto de su producción. Los ruidos sistólicos coinciden con el latido cardíaco auricular o ventricular; el diastólico es algo posterior. Cuando hay dificultad para la apreciación de la sístole cardíaca puede servir de guía el latido carotídeo.

El punto de producción de los ruidos se determina teniendo en cuenta el tiempo de la revolución cardíaca a que corresponden y el sitio donde se perciben con más intensidad (focos de auscultación). Así un ruido de soplo o roce que se perciba en la punta del corazón y coincide con la sístole ventricular, revela la insuficiencia mitral; si el ruido se escucha con más fuerza al lado del esternón, en el segundo espacio intercostal derecho, revela insuficiencia de las sigmoideas aórticas; si se oye en la punta y precede a la sístole ventricular (ruido presistático) correspondiendo por lo tanto a la sístole auricular, indica una estrechez del orificio aurículo-ventricular izquierdo; si se oye en el foco aórtico y coincide con la sístole ventricular, revela una estrechez del orificio de la aorta. Los ruidos anormales del corazón derecho son muy raros.

Pueden observarse ruidos de soplo sin lesión cardíaca; se llaman anorgánicos o anémicos, son siempre sistólicos, suaves y de corta duración y coinciden con los sonidos normales. Se observan estos ruidos especialmente en los estados anémicos y son probablemente debidos a que por efecto de alteraciones en la inervación cardíaca no se verifica de un modo normal la tensión de las válvulas necesarias para la producción de los sonidos, aunque no es imposible que influyan las modificaciones de la sangre.

Cuando las superficies serosas del pericardio pierden su lisura normal por alteraciones inflamatorias u otra causa, rozan una contra otra y se produce el ruido de roce pericardíaco, que se observa irregularmente entre la sístole y la diástole y desaparece cuando existe cantidad suficiente de exudado para separar la hoja parietal de la visceral.

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