Asno onagro

Asinus onager.

Este asno, conocido con el nombre de caballo salvaje asiático, es algo mayor que el doméstico y tiene las patas más largas y finas; la cabeza es relativamente mayor y más alta que la del caballo común; sus labios son muy gruesos y están cubiertos hasta el borde de espesos y cerdosos pelos; las orejea son bastante largas, pero no tanto como las del asno común.

El color predominante de este asno es el blanco; la parte superior de la cabeza, los lados del tronco, los del cuello y las ancas, son de un color pardo sumamente claro; de los costados parte una faja blanca plateada del ancho de una mano; otra corre a todo lo largo del lomo y de las ancas; en el centro de ésta hay una línea de color de café.

El pelaje del onagro es mas suave y sedoso que el del caballo: en invierno se parece mucho a la lana del camello, y en verano se cambia por otro más finó y liso; la crin, erizada, se compone de pelos lacios y lanosos de 0,08 a 0,10 metros de largo; la borla en que termina la cola mide unos 0,40 metros.

Estos animales se reúnen en manadas que son conducidas por un macho padre; las manadas se componen de individuos de ambos sexos. Por lo que se ve los machos de esta especie no son tan celosos como suelen ser los de las demás; sin embargo, no dejan de tener sus luchas. En la carrera el onagro es tan sumamente rápido que puede competir con cualquier caballo por ligero que sea.

Los sentidos del onagro, particularmente la vista, el oído y el olfato son muy finos, no siendo posible acercarse a él en campo abierto. Es muy sobrio y por eso el acecho es muy inútil, pues no bebe sino una vez cada dos días.

Su alimento consiste principalmente en plantas alcalinas, de jugo amargo y otras tales como la llamada diente de león y la cerraja. Rechaza las odoríferas, las de los pantanos, los ranúnculos, las’ espinosas y los cardos. Prefiere el agua salada a la dulce, pero ha de estar muy limpia, pues la turbia jamás la bebe, aun cuando tenga que pasarse muchos días sin probar una gota.

No se sabe a punto fijo cuándo es la época de la reproducción y del celo, pero se cree que tiene lugar en la primavera.

La carne de este animal es muy apreciada por los habitantes de los países en que se halla propagado, y hasta los árabes, que son muy delicados en cuanto se refiere a los alimentos, consideran al onagro como animal puro.

Habitan los onagros en la parte occidental del Asia y son muy abundantes en Persia y Arabia; también se encuentran algunos en la India. Los persas los cazan abriendo grandes zanjas que cubren con ramas en sitios donde tengan por costumbre pasar los onagros. Al pasar sobre las zanjas caen en ellas y quedan prisioneros hasta que acuden a sacarlos los cazadores, que luego los venden a muy buenos precios.

Volver a ASNO – Inicio