Ascenso y descenso de los aeróstatos por medio de planos inclinados

Vamos a explicar en pocas palabras la teoría que podemos llamar de los planos inclinados en los aparatos de aerostación.

Si tomamos una pantalla y la levantamos o bajamos rápidamente, nuestra mano encontrará, de parte del aire, una resistencia bastante grande que vencer; si en lugar de moverla horizontalmente, como hemos hecho en el experimento anterior, inclinamos la pantalla en cierta dirección, se observa que ésta se halla arrastrada a lo largo del plano inclinado que forma su superficie, en sentido opuesto a su inclinación.

Si en virtud de este principio armamos a un globo de grandes superficies planas, descenderá rápidamente a lo largo del plano inclinado que determinen en la atmósfera, y cuando llegue el aparato a cierto punto, subirá otra vez en medio de los aires, y de la misma manera que los carruajes suben una cuesta impelidos por la velocidad adquirida en la bajada anterior, así el aparato trazara en el espacio grandes bordadas verticales que describirán en la atmósfera enormes curvas parabólicas.

Tal es la teoría de los planos inclinados que tanta aceptación tuvo en épocas anteriores entre las personas dedicadas a los estudios de aerostación.

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