Artritis o sinovitis simple

Reconoce generalmente por causa un traumatismo poco intenso, un exceso de fatiga, exposición al frío o a la humedad, y estas causas tienen acción más eficaz obrando sobre organismos debilitados o predispuestos por ciertos estados generales como el reumatismo y la tuberculosis.

Los cuatro síntomas cardinales de la inflamación, rubicundez, calor, dolor y tumefacción, se encuentran en la sinovitis; la rubicundez puede no alcanzar a la piel en los casos poco intensos; la elevación local de la temperatura no falta en ningún caso y la diferencia respecto de la articulación sana suele alcanzar un grado; el dolor no suele ser intenso mientras el miembro permanece inmóvil, pero los movimientos activos o comunicados son muy dolorosos y en los casos de agudeza intensa insoportables; la tumefacción es intra-articular, debida a la hipersecreción de la serosa que está distendida por el liquido segregado; las depresiones y relieves que dan su forma anatómica a la región, desaparecen en parte por la presión excéntrica del derrame. Esta tumefacción es fluctuante y fácilmente perceptible si la articulación es superficial.

La sinovitis simple produce síntomas generales ligeros; la fiebre declina rápidamente y su elevación y su persistencia indican una sinovitis supurativa o reumática.

El exudado de la sinovitis simple es de ordinario seroso; si depende la sinovitis de una acción traumática muy intensa, el exudado puede mezclarse con sangre y hasta formado en gran parte por sangre cuya fibrina se coagula frecuentemente y flota en la cavidad articular o se deposita sobre sus paredes; en otros casos el exudado es opalino, lechoso y hasta cremoso, no diferenciándose en nada del pus, pero se trata de pus formado en la superficie, resultante de una secreción exagerada más bien que de la segregación inflamatoria de los tejidos. Barwell llama a esta variedad sinovitis purulenta en oposición a la sinovitis supurativa, mucho más grave, puesto que procede del espesor de los tejidos sinoviales y peri-sinoviales y hasta de los huesos con disgregación de los tejidos. Es rara, pero posible, la transformación de la sinovitis purulenta en sinovitis supurativa.

Los capilares superficiales da la sinovial inflamada presentan los fenómenos de dilatación y éxtasis esenciales del proceso flogístico. La proliferación celular aumenta el espesor superficial la sinovial; en algunos puntos se desprenden las masas celulares proliferantes dejando al descubierto la membrana fundamental. Los cartílagos pierden su transparencia azulada y presentan un color blanco lechoso, debido no tanto a la inmigración de los leucocitos como a la irritación y proliferación de las células cartilaginosas.

Es de regla que al llegar a este punto la inflamación decline y las lesiones retrocedan; el líquido derramado se reabsorbe más o menos lentamente y los elementos celulares experimentan la degeneración grasosa, se desagregan y son también reabsorbidos. Ya hemos dicho que es excepcional la invasión de las partes profundas; por el proceso inflamatorio de la sinovitis simple y su transformación en supurativa.

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