Arquitectura persa

La Arquitectura usada en los palacios del antiguo imperio persa hasta su destrucción por Alejandro Magno, era trasunto y consecuencia del arte asirio.

Ignoramos por completo cómo este estilo se fue desenvolviendo durante las dinastías que siguieron de los selénoidas y de los partos, porque nos faltan monumentos que lo indiquen; pero de los sasanidas, que empezaron a reinar en el siglo iii de nuestra era, conocemos notables restos en Serbistán y Firuzabad, que al mismo tiempo que la conservación de muchos elementos decorativos de la antigua Arquitectura asiática, nos hacen ver el empleo de la bóveda en cañón y de la bóveda esférica como elemento esencial de la construcción.

Cierto es que el Panteón de Agripa, en Roma, ostenta la bóveda esférica sobre tambor circular; pero en Persia aparece en planta cuadrada sobre pechinas, innovación importante de que no se encuentra ejemplo anterior que haya podido servir de modelo.

No hay que desconocer la influencia que en Persia pudo tener el continuo contacto, en paz y en guerra, con los romanos; pero es lo cierto que allí aparecen muy marcados, a mediados del siglo iv, los caracteres que más tarde habían de señalar en Europa el estilo bizantino.

La invasión árabe produce nueva interrupción en la historia del arte persa, y sólo con la dinastía Selyúkida, en el siglo xi, se vuelven a ver monumentos religiosos y funerarios en que persistiendo las tradiciones asirias en la ornamentación, y tomando gran desarrollo el empleo de arcos apuntados y cúpulas peraltadas, la fisonomía general tiende cada vez más a fundirse con la del arte sarracénico en Oriente.

Entre los elementos decorativos mencionados, cuyo origen sube hasta la antigua Babilonia, y que en manos de los persas han llegado a un grado eminente de perfección, es menester contar los azulejos, de allí traídos con su propio nombre por los árabes a nuestra España.

Su influencia en la ornamentación bizantina resulta indudable, y es un hecho más que demuestra como el centro del Asia ha seguido siendo también el centro de dónde han irradiado muchas ideas que han corrido y se han desenvuelto por el mundo entero.

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