Aunque algunos economistas han denominado así trabajos dirigidos al estudio de cuestiones relativas a la población, a la agricultura y a la industria, la Aritmética política representa sin embargo un género de investigaciones que se distingue con toda claridad de las que pertenecen a la Economía y que consiste en la aplicación del cálculo a los hechos sociales para obtener algún conocimiento acerca de ellos por medio de las comparaciones, de la analogía y la inducción. Esos cálculos tienen de ordinario por objeto los hechos económicos; pero no hay otra cosa de común entre ellos y la ciencia que directamente considera las leyes de la riqueza.

Más general y algo justificada es la confusión que suele hacerse entre la Aritmética política y la Estadística. Ambas son, en efecto, aplicaciones del método inductivo, formas de la observación y la experiencia, y la una como la otra procuran el conocimiento de los hechos valiéndose de la expresión numérica y del cálculo.

La diferencia entre ellas se encuentra, sin embargo, bien marcada, como que la Estadística es una ciencia y la Aritmética política es un procedimiento: aquélla investiga los hechos en toda su extensión de una manera inmediata, y expresa en términos numéricos sus observaciones, para elevarse desde ellas hasta las leyes y las causas do los fenómenos; mientras que la segunda considera parcialmente un hecho para formarse idea de su conjunto, y no se propone más que suplir la deficiencia o la imposibilidad de la observación directa.

Así, la Estadística estudia la población contando uno por uno los habitantes de un país y tomando nota de todas sus circunstancias, y la Aritmética política intenta determinar el número de los pobladores, con el dato de los que existen en algunas comarcas o provincias de la nación o bien tomando por ejemplo, la cantidad de los cereales consumidos anualmente por un pueblo y alguna noticia acerca de lo que importa el consumo individual.

De suerte que la Estadística describe la realidad y hace uso del cálculo, sobre la base de hechos comprobados, para averiguar su naturaleza, al paso que la Aritmética política calcula para obtener un dato a término numérico; aquélla busca la verdad y ésta se contenta con aproximaciones y conjeturas.

Difieren pues, radicalmente en propósitos, acción y resultados.

Volver a ARITMÉTICA – Inicio