Arañas machos y hembras

Los órganos genitales, tanto en el macho como en la hembra, desembocan en la base del abdomen, entre los dos estigmatos pulmonares.

En las hembras, se halla limitada la hendidura genital por su parte anterior por dos laminillas quitinosas, conocidas con el nombre de cerradura (claustro). Los ovarios son dos grandes glándulas que se hallan envueltas por el hígado, y cuyos dos cortos oviductos se reúnen para formar la vagina. Muchas veces los ovarios se reúnen de manera que forman con los oviductos un círculo completo. Cuando se hallan desarrollados por completo ocupan la mayor parte del abdomen y presentan un aspecto racimoso. En el oviducto, ni en la vagina, jamás se presentan glándulas accesorias, pero existen siempre uno o dos receptáculos seminales que por lo general van a desembocar por delante de la hendidura vaginal y que reciben la esperma durante el apareamiento. Algunas veces, a excepción, los receptáculos seminales a van desembocar directamente en dos salientes laterales de la vagina, y otras vienen a ser, bajo otra forma, solamente dos apéndices de la misma vagina.

Los testículos son dos largos tubos contorneados sobre sí mismos, cuyos diferentes canales van a reunirse en un corto canal común. En los machos, los palpos maxilares ejercen siempre las funciones de órganos de la cópula. La porción terminal de estos palpos, cuya conformación es muy complicada y varía mucho en las numerosas especies, tiene en su cara interna cóncava un apéndice vesiculoso armado muchas veces de gancho y espinas, que encierran un canal contorneado en espiral, cuya extremidad, en espiral también o ligeramente curva, está libre y es muy prolongada. Este apéndice recoge en el citado canal el líquido fecundante y le introduce, durante la cópula, en el receptáculo seminal de la hembra, por medio de la extremidad libre prolongada comparable a un verdadero pene.

Los machos se diferencian de las hembras en su abdomen menos desarrollado y en la transformación de los palpos en órganos de copulación. Las hembras, siempre ovíparas, llevan algunas veces los huevos en una tela especial.

Algunas veces el macho y la hembra viven tranquilamente al lado uno de otro en telas vecinas pero independientes, y durante ciertas épocas se reúnen en una tela común. En los demás casos, la hembra, que es más fuerte que el macho, le tiende lazos lo mismo que a los insectos y le devora a veces.

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