Arado patatero

Este arado que se destina al arranque de tubérculos y raíces, se compone de las mismas piezas y armaduras que los restantes arados, sino que, en lugar de las vertederas, lleva a uno y otro lado de su larga reja, una serie de láminas perfectamente lisas y redondeadas, generalmente ocho, cuatro a cada lado, las de los extremos más cortas y más largas las siguientes, disminuyendo progresivamente hasta las del otro extremo. Estas láminas, que parten desde la reja, van separándose entre sí y forman una especie de manopla a uno y otro lado de la armadura en que va sujeta la reja.

Resulta de esta disposición, que al marchar el arado por las líneas de patatas, su reja profunda desentierra los tubérculos, los cuales se deslizan por encima de las láminas, salen a la superficie y van a caer a uno v otro lado del lomo, sin heridas ni rozaduras de ninguna clase.

Los de Ransomes y Howard desentierran con una yunta de una y media a dos hectáreas por día. Pesan 18 kilogramos y cuestan unas 125 pesetas.

Los tubérculos se desentierran ordinariamente en España, bien por medio del arado común, cuya reja estropea considerable número, siendo además preciso pasar yardas veces el arado sobre el terreno; o bien a brazo con el azadón, lo cual es caro y lento. Es indudable que el arado patatero pudiera aplicarse con éxito en determinadas circunstancias.

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