Aplicaciones terapéuticas del aceite de hígado de bacalao

El aceite de hígado de bacalao se usa en terapéutica, como es fácil comprender vista su acción fisiológica, en los estados patológicos acompañados de nutrición insuficiente.

En primera línea figura el escrofulismo, en cuyo tratamiento el aceite de hígado de bacalao tiene el valor de verdadero específico.

Se emplea también en el raquitismo, debiéndose las primeras observaciones sobre sus efectos en esta afección a Schenk y a Fehr al principio del siglo y después a Bretonneau, uno de los médicos que más han contribuido a vulgarizar el empleo del aceite de hígado de bacalao. Bastan algunas veces cuatro o cinco días de tratamiento y en general una o dos semanas para que desaparezcan los dolores agudos que los niños raquíticos experimentan en los miembros; para que sus piernas se afirmen, su vientre se ablande, se modere su hambre canina y la dentición recobre su evolución normal. Si se tiene en cuenta la débil proporción de cal y de ácido fosfórico que contiene el aceite que estudiamos (de 0,08 a 0,16 y de 0,05 a 0,09 por 100 respectivamente, según Jough), no cabe duda que no es a beneficio de su fosfato de cal como los huesos se nutren y desarrollan. Es, pues, evidente que el aceite debo favorecer grandemente la asimilación de los principios minerales de los alimentos o economizar el desgaste de los tejidos moderando el proceso de desasimilación. Ambos efectos son ciertos. En cuanto al último es apoyado por las observaciones de llischoff, según el cual el aceite de hígado de bacalao disminuye la eliminación de ácido fosfórico por las orinas, a semejanza de lo que Bócker había demostrado hacía muchos años respecto del azúcar y de otras sustancias hidra carbonadas.

Kolkmann, en 1824, recomendó por primera vez el aceite de hígado de bacalao en la tuberculosis pulmonar, y desde entonces su empleo en esta enfermedad es general y verdaderamente justificado, porque si no cura la lesión anatómica, sostiene la nutrición del enfermo oponiéndose a los efectos consuntivos de seta devastadora enfermedad.

Está, indicado el aceite de hígado de bacalao en el estado caquéctico cualquiera que sea su cansa, sea ésta una alimentación insuficiente viciosa, la ausencia de luz y de aire, la acción prolongada del frío húmedo, la falta de ejercicio como en la prisión celular, el agotamiento producido por los excesos de todo orden, un crecimiento demasiado rapido, una dentición laboriosa, una supuración abundante, bien la diatesis sifilítica, le cancerosa, la escorbútica, la albuminuria, la diabetes, etc.

Como se atribuye al aceite una acción favorable sobre la renovación de los glóbulos rojos, pudiera emplearse y se emplea en la anemia prescindiendo de la causa, pero no aventaja al hierro en sus efectos curativos. Foeshund le ha empleado con buenos resultados en la leucemia.

Austee ha preconizado su uso en las enfermedades convulsivas crónicas, y en los niños afectos de estas enfermedades aun parece más racional su empleo por la necesidad de atender al desarrollo del sistema nervioso. Se emplea también contra el reumatismo y en algunas regiones es popular su uso contra esta enfermedad hace más de un siglo.

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